Revista Cultura y Ocio
La segmentación es sin duda alguna, una estrategia que debemos considerar básica a la hora de realizar cualquier tipo de planificación turística, pero debemos ir mas allá de la mera segmentación por edades, expectativas, gustos o derivados y utilizar los productos turísticos autóctonos e inimitables como bandera de la diferenciación y además como una poderosa herramienta de desestacionalización .Terminamos la pasada semana felicitando a los 'Patricio' por su santo y comprobando como año tras año, Irlanda consolida un producto turístico de gran retorno, conseguido mediante el creciemiento de una marca turística de origen autóctono como es 'St. Patrick'. Su evolución desde un 'national day' hacia producto turístico no ha podido ser mas perfecta. En este recorrido hacia la comercialización internacional, 'St.Patrick' no ha perdido su razón de ser ni tampoco las características que lo convierten en único e inimitable.A finales del siglo pasado, las autoridades irlandesas fueron conscientes del gran atractivo que generaba esta celebración, por diferentes motivos, ya que no solamente comprobaban que recibían turistas británicos por la cercanía geográfica, sino que contaban con unos embajadores espontáneos como eran los 'pub irlandeses' esparcidos por el mundo y su producto estrella, la cerveza Guiness, (que en mayor o menor medida, creo que algo tiene que ver en la difusión de la marca 'St.Patrick'). Con semejante canal de comunicación y disfusión de los valores de su fiesta y tradiciones y ante la genuinidad y autenticidad espontánea de poder experimentarlo en los establecimientos de temática nacional irlandesa en cualquier parte del mundo, 'St Patrick' fue calando en la sociedad mundial como un "must" en la lista de destinos que ofrecen experiencias diferentes en una fecha concreta.Por todo ello, de la mano de las instituciones de promoción turística decidieron crear el Festival de St.Patrick, primeramente de un día de duración, hasta el festival de 3 días que en la actualidad se celebra en Irlanda en estas fechas. El objetivo era claro, conciso y sin duda lo lograron: crear una imagen de marca asociada a unas costumbres inimitables y arraigadas como expresión cultural, y que estuviera al nivel de cualquier otra gran celebración a nivel mundial a través de campañas deslocalizadas como "greening the world" o "seasons greenings". Estas estrategias les han permitido poder mostrar una serie de características nacionales a través de este festival, mostrando no solo la cultura o la gastronomía, sino haciendo a la gente partícipe de las experiencias locales. De esta forma la imagen de Irlanda evolucionó, convirtiéndose en cercana, hospitalaria siendo percibido como un país de obligada visita.Por esa regla de tres:Esta semana terminan las fallas de Valencia. Particularmente es una celebración que me encanta y me pone los pelos de punta año tras año. Toda la ciudad forma parte de la celebración, familias enteras, niños, adultos, parejas, grupos de amigos; entre todos dan sentido a las fallas. Son una expresión de cultura y tradición de un calado fantástico y que ha sabido convertirse en una referencia del buen hacer "turístico" en los últimos años. Una marca reconocida, una ciudad volcada a todos los niveles, unas posibilidades de ocio turístico infinitas y un atractivo añadido aportado por los valores intangibles asociados a la marca España. Todo ello representa la fórmula del éxito de Las Fallas, ejemplo de dinamización turística a través de un origen completamente intrascendente como era quemar trastos viejos hace varios siglos. Su evolución a lo largo del tiempo sin perder el arraigo de su cultura y asociándolo casi de manera espontanea a actos culturales y religiosos en sus inicios, han provocado en poco mas de un centenar de años, una combinación perfecta entre tradición, cultura, festividad e imagen turística. El ejemplo de 'St. Patrick', Las Fallas, o incluso 'San Fermín', representan unas posibilidades de desarrollo y segmentación turística por su forma de impulsar su promoción a través de unas experiencias únicas e inimitables y una correlacionada comercialización. La emotividad, solemnidad y pasión con la que vemos a los ciudadanos locales de esas regiones y países vivir sus celebraciones posibilitan que percibamos el alto componente "experiencial" de este tipo de viajes que nos permiten formar parte de las tradiciones y costumbres como un local más. En cierta medida, este concepto de comunicación turística se ha venido realizando durante los últimos años, como por ejemplo en nuestras 'Semanas Santas' (donde quiera que la disfrutemos, norte, sur, este u oeste)Vaya desde aquí mi defensa de nuestras tradiciones y cutura como recursos turísticos de calidad e inimitables. Si los ejemplos de gestión turística de 'St. Patrick' o Las Fallas, lo extrapoláramos a nuestra diversidad cultural a nivel nacional mas allá de una mera segmentación por edad o expectativas, conseguiríamos unas herramientas turísticas absolutamente fantásticas haciendo invencibles a nuestras tradiciones...y demás fiestas de guardar.