Magazine

Y después de la beta positiva, ¿qué?

Publicado el 02 diciembre 2014 por Jorjol

Para muchas parejas, llegar a conseguir una prueba de embarazo positiva es un logro que no habían alcanzado nunca.  De ahí, la alegría que supone ese resultado. Y lógicamente, no es para menos.

Pero es importante recordar estos datos: en la especie humana, la tasa de abortos es alrededor de un 15% de las gestaciones clínicas. Y este valor llega a doblarse si incluimos los embarazos tempranos (con beta positiva). Por lo tanto, si extrapolamos, entre un 25 y 30% de las parejas con una beta positiva no tendrán un embarazo evolutivo.

Cuando hablo con los pacientes, me doy cuenta de que todos ellos se han preparado y asumen un fracaso en el tratamiento. Pero para la mayoría, ese fracaso implica una beta negativa. Muy pocos son realmente conscientes de que la beta positiva no es, ni mucho menos, el final del camino.

Un camino que ha sido muy duro.  Por eso, el resultado positivo parece ser la recompensa final.  Pero, desgraciadamente, ésta es una carrera de obstáculos, y muchas veces, no sólo no será el final sino que será el inicio de otro difícil periodo: el de las primeras semanas de embarazo.

Por encima de todo, las pérdidas.  La angustia de sangrar estando embarazada sólo la saben aquellos que han pasado por algo así antes.  Pérdidas caprichosas que pueden aparecer desde días antes de la beta, el mismo día o incluso sin venir a cuento días más tarde, acompañadas de dolores abdominales que nadie explicó que se podrían tener. Es una montaña rusa de sentimientos. Alegría, prudencia y desesperación ante el sangrado. Y muchas preguntas sin respuesta: después de todo lo que he pasado, ¿por qué a mi? ¿he hecho algo mal?

La realidad es que las pérdidas son bastante frecuentes, y no siempre indican que el embarazo no vaya a evolucionar. De hecho, muchas veces, el aborto se diagnostica  con una ecografía de rutina, en pacientes que no han tenido ningún sangrado. Lo que es evidente es que, ante las pérdidas, debemos disminuir la actividad física (así como evitar la relaciones sexuales) y aumentar los controles ecográficos para ver la evolución. Y sólo podemos esperar. Esperar que ese embrión siga adelante…

Y después… cruzar los dedos e ir superando el resto de etapas del embarazo. Todo un reto para esos embriones. Por algo lo llaman el milagro de la vida.

 


Y después de la beta positiva, ¿qué?

Volver a la Portada de Logo Paperblog