Y Dios habló a Yadira o Sodoma a la cubana

Por Vincenzo Basile

Desde las alturas del Pico Turquino, Dios habló con la mujer y le dijo:

Bajo una lluvia de fuego y sobre un mar ácido todos ellos perecerán, padeciendo las más atroces angustias que mente humana pueda imaginar y mente divina pueda elaborar. Necio el maricón y estúpida la tortillera que viven creyendo poder difundir sus degeneraciones sobre esta tierra que es mi creación. No habrá piedad para las mentes podridas y los cuerpos corruptos. Cuéntale a tu gente que mi poderoso castigo caerá también sobre los hombros de aquellos que aceptarán las aberrantes conductas y el obsceno proselitismo de los depravados hijos de Satanás. Dile que quienes apoyen a la obra de aquél desearán a sus hermanos, violarán a sus madres y estuprarán a sus hijos. Éste será mi castigo para los que toleren la depravación. Ahora ve, mujer. Ve y difunde la palabra de Dios. Y recuérdales que, por supuesto, hay que respetarlos.

Y Yadira, al llegar a la ciudad, dirigiose a su pueblo y dijo:

Ningún cubano debe ser maltratado por ser homosexual o por identificarse con el sexo contrario, y eso justifica la intervención del estado en defensa de las minorías. Otra cosa muy distinta seria la propaganda a favor del homosexualismo en medios oficiales como a veces ha ocurrido en la Cuba actual. No debe haber fobia alguna ni contra el homosexual, ni contra los heterosexuales. Las marchas de orgullo gay deben ser prohibidas en Cuba, o en cambio permitir marchas de orgullo viril y femenino. También es un hecho que si se legaliza el matrimonio homosexual en la isla, será jurídicamente imposible impedir la poligamia, la poliandria y las uniones legales entre hermanos y padres e hijos, ya que el argumento ético-religioso no podría ser tenido en cuenta

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