"Presons en lluita"/"Prisiones en lucha"
El hecho es remarcable por la repercusión mediática que causó (Cadena SER, rotativos como La Vanguardia, El País, El Periódico, La Nación... televisiones como TV3, 324, La Sexta, Antena 3...). Pero mucho más por el efecto emocional que causó en los propios trabajadores; hasta el momento vivíamos en un estado de shock, como muy bien define Josep Maria Solé en el post http://bit.ly/u3OtMN y estábamos inmersos en la conformidad y en el desasosiego apático de quien piensa que nada se puede hacer.Con la movilización del jueves, el colectivo ha resucitado, se siente vivo, es consciente del poder de la unión y la necesidad de defender nuestros derechos. No se trata sólo de dinero sino de condiciones laborales, de trato degradante por parte de la Administración, de una total falta de consideración por nuestra labor que, en última instancia, afecta a nuestros usuarios. Es evidente que a los dirigentes de este país esto último no les importa pero a nosotros sí: ¡queremos y debemos hacer un trabajo de calidad!
Si una cosa debemos tener clara es que nadie hará nada por nosotros sinó que debe ser uno mismo quien luche por sus ideales, por sus creencias, por su dignidad. El tiempo de la lamentación, del conformismo, de la pena contenida y la queja por la queja finalizó. Ahora queda coger las riendas de nuestro presente para asegurarnos un óptimo futuro.