Revista Cine

Y entonces, ¿qué comemos?: reseña de What The Health (2017)

Publicado el 04 septiembre 2017 por Proyectorf @Proyectorfant

El título de este artículo refleja la desazón producida a la hora de transitar este documental y, entre hipocondría y paranoias varias, hace notar como los intereses de industrias multimillonarias producen un contexto de hábitos alimenticios generales que parecen ser ineludibles. En este marco, la película intenta ser reveladora aplicando tintes de empresarial, favorecido por un estado que se hace el tonto a la hora de regular el mercado de los alimentos, de la salud y por propios organismos encargados de combatir ciertas enfermedades. Y decimos enfáticamente "olvidate de todo lo que pensabas sobre esto: estabas equivocado" y generando a fuerza de teorías lógicas y consistentes, la mayor parte de su atractivo. Es que a su director - guionista, investigador, narrador y periodista en primera persona - Kip Andersen, le queda espacio para confesarse hipocondríaco y llevar al espectador por un camino en el cual, diferentes entrevistas, científicos y torpes negacionismos de parte de representantes de varios organismos (supuestamente) encargados de promover la salud a todo nivel, van relevando capas de información que conforme a que deprimen y hacen conocer cosas nuevas, se tornan interesantes. En este viaje hay haikus muy contundentes, como por ejemplo un: "La carne procesada es la principal causa de diabetes e hipertensión" . Cuestionamientos sobre los lácteos, la proteína animal e incluso sobre nuestra autopercepción como seres omnívoros. La paranoia creciente sucede al ir descubriendo que este contexto no nació de un repollo pasa por el siempre presente Lo más revelador entonces, pasa por descubrir que las asociaciones que luchan contra ciertas enfermedades como la diabetes o la hipertensión, están patrocinadas por empresas productoras de alimentos que favorecen la aparición de estas mismas enfermedades. "Es como si la ONG encargada de luchar contra el cáncer de pulmón, estuviera sponsoreada por la industria tabacalera" nos explica el documental. "combatir", ya que la "lucha" se enfatiza en las armas de la farmacología para combatir los efectos de una enfermedad, negando la importancia real que tiene la prevención (al por ejemplo, comer saludablemente) que incide a la hora de que esta aparezca o no, es decir: sus causas. Está demostrado globalmente que ese enfoque sería más abarcativo socialmente y con mejores beneficios a nivel costo-efectividad, pero está velada gracias a una de las patas más importantes del mercado: la de la industria farmacológica.

La película, disponible en Netflix y en YouTube, tiene mucha información y la cuenta muy rápidamente. Esto emerge como un arma de doble filo que, por una parte, hace que el film no se vuelva aburrido, ya que nunca se torna lento (y es un pecado bastante típico de los documentales en general) y, por otra parte, que el film sí se vuelva aburrido, porque resulta algo abrumador.

Sí, hay que tener en cuenta que la investigación versa sobre una sociedad muy específica: una nación norteamericana sobremedicada y capitalista al extremo. Esto implica que a nuestros ojos, hay que estar advertidos a la hora de estar tentados a interpretar de manera lineal y absolutamente verificada lo que esta película intenta enseñarnos. Después de todo será honesto aclarar que, por momentos, se le puede ir la mano e What The Health resulta entonces, una propuesta interesante para aquellos que busquen un documental que cuestione ciertas costumbres muy arraigadas en la sociedad. También es para los que gusten de las teorías conspirativas acerca de cómo marcha el mundo y para aquellos interesados en escuchar otras teorías sobre alimentación saludable y revaloricen la importancia que tiene la promoción de la salud en la sociedad. intenta ser pasivamente evangelizante respecto a las bondades que tendría una alimentación vegana en nuestras vidas. A mí entender, algo que deberá tomarse con pinzas. Aunque en relatos construidos con una coherencia interna difícil de refutar, siempre deben ser opiniones que deben ser tenidas en cuenta para nutrir una de nuestras más importantes habilidades: la capacidad crítica.

Por Lautaro Olivera


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