Y entonces sucedió algo maravilloso, de Sonia Laredo

Fecha de publicación: 30 de Abril de 2013
Número de páginas: 392
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Sinopsis: Y entonces sucedió algo maravilloso. El anuncio de una vieja librería en traspaso en la que buscar un tesoro, una tormenta, los brazos de un enigmático amante y el fantasma de un niño desaparecido en el pueblo unos años atrás arrastrarán a Brianda a una historia apasionante en la que empezar a ser la protagonista de su propia vida, sin renunciar a nada de lo que es importante: la amistad, el amor, la alegría el conocimiento y sí…, también un poco de sexo.
Opinión personal: Este libro llamó mi atención tanto por su título, que presagiaba algo mágico y especial, como por su portada, con un tipo de ilustración diferente a las que estamos acostumbrados, así que sin haber leído sus sinopsis ni críticas previas decidí dejarme llevar.

El negocio del libro nunca da lo suficiente como para que uno se haga rico. Lo que ocurre es que los libros te hacen rico.

La protagonista de la historia es Brianda Gonzaga, una treinteañera que trabaja en Madrid como editora, hasta que, sin previo aviso es despedida y todo su mundo se desmorona. De pronto se da cuenta que el trabajo lo era todo para ella, y se encuentra sola; no tiene pareja, no tiene familia y ahora ya no le queda nada. Para evitar compadecerse a sí misma, y conseguir hacer de su vida una obra de arte -punto que repite al principio de cada capítulo- decide llevar a cabo la estrategia que nunca le ha fallado: abrir un libro al azar, por una página cualquiera, y seguir el camino que las palabras le alumbren. Con los ojos cerrados abre dos libros, uno es la Biblia y el otro una Guía de la España mágica y misteriosa. La Biblia le dice que «para todo hay un momento, y un tiempo para cada propósito»; la guía le indica que debe dirigirse hacia el Norte, hacia el camino de Santiago. Así se encontrará con un mirador que ofrece unas vistas maravillosas, y allí, un cartel le anunciará el traspaso de la librería Locus Docendi -El lugar de la enseñanza-  en el Concejo de Nuba. Una vez más seguirá el camino que le lleva hasta los libros, aquellos amigos que nunca le han fallado.
Allí conocerá a Don Lorenzo, el anciano dueño de la librería que, para poder jubilarse, necesita encontrar a una persona digna de su confianza a quién legar las riendas de su negocio. Así llega a un acuerdo con Brianda; él le ofrecerá casa y comida a cambio de que ella encuentre el tesoro que se encuentra escondido en la librería. Y en medio de esta nueva vida, Brianda conocerá a Tomás, el misterioso dueño del aserradero de Nuba, que parece ir siempre acompañado de un halo de misterio.
Aunque intentaré no hablar más de la cuenta y no descubrir ciertos aspectos antes de tiempo, quiero destacar que esta historia me ha dejado un sabor de boca agridulce ya que hay puntos que me han gustado mucho, con otros que han acabado por restar. Me explico; por ejemplo me ha impresionado mucho la cultura de su autora, -quién por cierto se esconde tras un pseudónimo, y hasta dónde yo sé, no se conoce su identidad- quién no deja de incluir alusiones a obras de literatura o hacer referencia a autores clásicos como Herodoto, Aristóteles o Epicteto. Y es que se nota que su autora -¿o autor?- es una apasionada de las letras, y siempre es un placer encontrarte un libro repleto de otros muchos.

De muy niña aprendí a leer. Fue un acontecimiento mágico. Todavía puedo revivir la emoción temblorosa que experimenté cuando las letras empezaron a cobrar significado delante de mis ojos. Un instante antes, tan sólo parecía animalillos que se ocultan bajo tierra y que nadie puede ver, y al siguiente estaban vivas y eran capaces de darle sentido al mundo, de ordenarlo.

Sin embargo, como decía, hay otras cosas que me han gustado menos, y entre ellas están la turbulenta relación de Brianda y Tomás. Aunque en ocasiones Tomás demostraba ciertas emociones que podrían parecerse al cariño por Brianda, para mi no ha sido más que un cavernícola que sólo se acercaba a Brianda a escondidas para tocarla como si de un objeto para su propia satisfacción se tratase. Esto ha hecho que la historia de "amor" no fuese creíble y no haya podido sentirme cercana a ella ni a sus protagonistas.
Destacar posotivamente el final de la historia que, después de una narración llena de reflexiones y un ritmo quizás más tranquilo, sube en intensidad y nos regala unas últimas páginas con más acción y emociones.
En conclusión, aunque bajo mi criterio no puedo considerarla una novela rendonda, si que ha sido una lectura muy amena que te engancha y que te ofrece multitud de reflexiones y numerosas demostraciones de amor a las letras.
Valoración personal: 7/10