Revista Economía

Y, este 2014, ¿qué?

Publicado el 04 enero 2014 por Jordi Mulé @jordimule

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Hemos vivido un año 2013 en plena crisis pero por suerte las últimas noticias económicas publicadas dan a entender que puede ser que se estén empezando a dar los famosos “brotes verdes” en la economía, a saber; los últimos datos del paro arrojan una bajada en el número de personas demandantes de empleo, en unas cien mil personar y el Producto Interior Bruto (PIB) ha tenido una pequeña variación positiva (0,3%) y lleva ya un tiempo sin bajar.

Todo ello ha sido rápidamente publicado y presentado como un gran éxito del Gobierno; por ejemplo, se afirma que la reforma laboral es la gran causa de la bajada del paro por aquello de la mejora de la competitividad, sin tener en cuenta que otra posible causa de esta bajada pueda perfectamente ser que haya menos gente demandando empleo porque ya no estén trabajando en este país, sino en el extranjero. Lo podemos ver con una pequeña reflexión; si tenemos actualmente un marco legal en el que una empresa puede despedir a cualquier trabajador mediante ERE sólo porque prevé que va a tener pérdidas aunque éstas no se hayan producido todavía, si además vivimos uno de los países de Europa con un salario mínimo interprofesional más bajo y donde los convenios colectivos se están convirtiendo en papel mojado y a ello le sumamos el galopante índice de paro, no es fácil deducir que muchos trabajadores estén emigrando a otros países que les ofrecen un futuro como mínimo más digno. Es decir, no sólo estamos perdiendo mano de obra inmigrada, sino que también estamos perdiendo mano de obra nacional y cualificada, sobre todo jóvenes, y eso sí que es un drama.

Por otro lado, los datos del Producto Interior Bruto son innegablemente positivos, pero también hay que tener en cuenta que lo único que indican es que puede ser que hayamos tocado fondo después de la caída libre o también, si somos pesimistas, que hemos tocado un escalón en la bajada. De todos modos, en mi opinión, es bueno que se den a conocer los datos positivos por pequeños que sean ya que el componente psicológico en una crisis es innegable; nos movemos por expectativas como ya indiqué en otro post anterior.

Volviendo al Producto Interior Bruto, éste se calcula sumando al Consumo, la Inversión, el Gasto Público y el saldo de las Exportaciones menos las Importaciones (balanza comercial). En el contexto que vivimos, el Consumo baja, por el alto índice de paro y la subida de los impuestos indirectos (IVA, entre otros), la Inversión otro tanto; por ello, para mejorar el cálculo del PIB sólo nos queda o bajar el Gasto Público o mejorar la balanza comercial. Se han hecho muchos esfuerzos por recortar el gasto público pero, de todos ellos, en mi opinión bajar las nóminas de funcionarios con esta excusa es un error, pues también afectan al Consumo (si cobras menos, gastas menos), y que lo que realmente abarataría el Gasto Público podría ser una reforma en profundidad de la Administración, simplificándola. Este es un asunto espinoso con múltiples vertientes políticas en el que prefieriría no entrar demasiado.

Creo que el gran motivo de la mejora del PIB en 2013 ha sido precisamente la mejora de las exportaciones, y aquí las empresas catalanas tienen y mucho que decir (mientras el cambio euro/dólar no cambie demasiado, claro). Y todo ello en un escenario adverso y convulso, tanto económica como políticamente.

Porque no olvidemos que en 2014 se están planteando temas muy importantes y que no deberían ser tratados con frivolidad sino de manera abierta y conciliadora; el problema territorial es evidente y parece que el Estado de momento sólo ha hecho que negar y hacer oidos sordos a esta situación. Mientras tanto, parece que sólo estén pensando en reformar cosas más ideológica o política que convenientemente; ¿realmente es necesario u oportuno reformar precisamente ahora la ley del aborto y volver a la situación de 1985?, ¿realmente era necesaria la ley Wert y crear el malestar que se está creando en la comunidad educativa? y, mientras tanto, ¿hay alguna iniciativa en marcha para frenar el éxodo de los jóvenes?, ¿se está planteando alguna propuesta constructiva y de consenso para tratar el tema territorial?, ¿alguien dimite ante escándalos que han ido surgiendo?, ¿hay alguna propuesta política alternativa válida?, ¿se está haciendo algo para superar la gran dependencia del ladrillo?, y muchas otras.

Y, este 2014, ¿qué? pues esperemos que la situación efectivamente mejore y que poco a poco se vaya normalizando la situación general. Aunque de momento todo está por ver y, por ello, creo que nos espera un 2014 lleno de noticias y cambios, esperemos que sean a bien para todos y que podamos decir aquello que se desea siempre en nochevieja, que el año que empezamos sea mejor que el anterior.


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