Como todo hijo de vecino siempre te alegra que te llame algún head hunter para ver si te interesa cambiar de trabajo o darle un nuevo giro a tu vida. En estos ya casi cuatro años que llevo intentando lanzar un proyecto, unos cuatro años que estoy viviendo en carne propia frases como sangre, sudor y lágrimas o hacer de la necesidad virtud por por poner algún ejemplo, una de las preguntas que me toca contestar porque siempre la hacen es ¿que es esto de exelisis?
Mas de una vez han pensado que la empresa que consta ahora es en la que dedico los esfuerzos de gestión conocimiento, redes personales y sistemas de categorización y filtrado para incrementar eficiencia y reducir costes, y que exelisis es donde hay más trabajo de marketing, tanto a nivel de conceptualización como de creación de creatividades y textos.
La verdad es que es todo bastante simple pero tampoco me había preocupado en dejarlo claro en la web, así que es relativamente normal que cuando vas a hacer una entrevista la gente tenga sus dudas y piense que eres un emprendedor en serie y que creas proyectos como quién hace cafés con leche.
Quién me conoce hace tiempo sabe que me encanta escribir y que cualquier excusa es buena para dejar que la imaginación te lleve donde tus dedos no pueden. Desde que tengo casi quince años escribo y desde el año dos mil tengo un blog que ha pasado por varios dominios hasta que se instaló durante mucho tiempo en el de tatxe.org donde escribía de lo que pensaba, lo que veía o de las ideas que me venían a la cabeza cuando después de tres reuniones mis neuronas no daban para más allá de pedir un bocata de queso y un cola.
Sin entrar en demasiados detalles, que aportarían emoción pero que no estoy yo ahora con el cuerpo para un baño de melancolía, mi hermano un día me dijo: ¿Pero tu que sabes hacer?, obviamente el era un hombre serio y se pasó media vida como financiero en el mundo del automóvil y yo, que soy de internet, marketing y tecnología hacia cosas muy raras como tener productos que dábamos gratis y otras tantas paridas que le hacían tirarse los pelos porque por mucho que rascabas, con los números que se daban a conocer el público a él le seguían sin cuadrar las cuentas.
El caso que después de dejarle más o menos claro que podía hacer y que no me propuso montar una empresa, concretamente ir directamente al grano y comprar una que ya funcionara para ahorrarnos los tres años de penurias que suelen tener que pasar todas las que empiezan.
Mientras hacíamos esta búsqueda también le dio por pensar en nombres por si nada cuajaba crear una desde cero, aunque no fuera el plan ideal, era inteligente tener un plan B -porque mi hermano era muchas cosas, pero inteligencia tenía para repartir entre media Barcelona y seguir siendo el más listo de la clase- Con esta premisa me vino un día con el nombre de Exelisis, y ni corto ni perezoso hice lo que menos le gusta a un financiero que es gastar dinero para comprar el dominio en internet. Él seguía sin tener claro porque tenía que hacerlo si el camino lógico es crear la empresa y registrar la empresa, pero como tantas veces he hecho le ignoré con la ventaja de que esta vez sabía que tenía razón.
Monté el correo, una página de estas que no dicen nada pero que quedan bonito y no piden pan y el tiempo fue pasando, despacio y sin prisas, pero de forma inexorable hasta que un buen día ya no pudimos reunirnos más. No se si él empezó a desconfiar de mis capacidades y no quería montar una sociedad o es que el cancer tenía otros propósito, yo creo que es lo segundo pero a veces me pregunto si hubiéramos ido más rápido y tomado algún riesgo más quizás seguiría por aquí llamándome inútil, pero estas disquisiciones no sirven de nada porque cambiar el pasado sigue sin estar al alcance de nuestra tecnología.
En este proceso de disolución de sociedad realizamos un pacto de caballeros más o menos implícito y que no necesito que habláramos demasiado, porqué al fin y al cabo éramos hermanos y ya nos conocíamos los gestos y las miradas. Yo no me despediría de él y que mantendría el dominio exelisis como recuerdo a lo mucho que me enseño.
Con esta promesa empecé a mover todos mis contenidos de tatxe a exelisis y a tomármelo de una forma más profesional y empezar a publicar un post al día, descansando el fin de semana, tomándome los veintitrés días de vacaciones al año. En resumen, como si fuera un trabajo, y con esa filosofía llevo escribiendo desde hace ya bastante tiempo un post al día, no se ya si como homenaje o como forma de seguir recordando que hay cosas que no cambian ni desaparecen, sino que se transforman y te enseñan la lección más importante de tu vida. Lástima que esta lección nunca la habría querido aprender, pero del mismo modo que yo no siempre escuchaba sus consejos, el tampoco tenía menor reparo en hacerme entender las cosas por cualquier vía posible, y os aseguro que la mayoría de las veces lo conseguía.
Así que resumiendo, esta web es una especie de homenaje a su memoria y no tiene ningún tipo de vocación empresarial y por si os preguntáis, la niña de la foto obviamente no es mi hermano sino mi sobrina, mi hermano es el otro.