Nunca una muerte levantó tanta alegría, nunca una muerte significó tanto, nunca una muerte trajo tanta tranquilidad a una sociedad, esa muerte como no podía ser otra, en esta fecha, fue la del cruel dictador malnacido Francisco Franco. En su caso no se cumple el tópico donde toda persona muerta se convierte casi en santo, donde solo se recuerda lo bueno que hizo o lo bien que actuó, sino que recordamos una y otra vez la paz que trajo su muerte, aunque se viera empañada por la incertidumbre de no saber que pasaría después.
Hoy, 35 años después hay entes (porque dudo mucho que sean personas) que por imbecilidad crónica, incultura o simplemente por ser malas personas, siguen ensalzando la figura de este mamarracho que jamás tenía que haber nacido. No puedo dar razones para ello porque seguro que todas mis palabras se quedarían cortas para describir lo que este ser, ridículo y acomplejado, realizó sobre la población española en cerca de 40 años. Por ello quedo un año más sin palabras al leer noticias como esta http://www.elpais.com/articulo/espana/Maxima/tension/Valle/Caidos/neonazis/defensores/Memoria/Historica/elpepuesp/20101120elpepunac_2/Tesy que son protagonizadas por personas jóvenes, adolescentes, que no vivieron esos tiempos y que no saben lo que es no tener lo más preciado que en la vida podemos poseer, nuestra libertad. Elemento del que se vieron privado, miles de personas por pensar, sentir o actuar de forma diferente a la promulgada por el régimen, que fueron o bien asesinados vilmente por la espalda o silenciados en cárceles inhumanas durante años.
No podemos hacer borrón y cuenta nueva, no podemos hacer como si 1936 a 1975 la historia de España no existiera, debemos de hablar de ella, analizarla y sobre todo difundirla, creando una conciencia democrática en nuestros jóvenes para intentar que nunca estos horribles hechos se vuelvan a producir.
Gracias por morirte Francisco FRanco, no debías de haber nacido nunca. Viva la democracia!! Alza tu voz!!