...Y la excedencia terminó

Pues eso. Ahora ya sí que va de debó, como decimos por aquí. Ya es oficial. Mi excedencia terminó. En la habitación de al lado mis hijos duermen tranquilos. Bebé Gigante esperando el día de mañana con ilusión por ver a sus amigos. Pequeña Foquita ajena a todo. A pesar de que cuando le preguntamos ¿vas a ir al cole? responde con un SHHHI de lo más contundente, no creo que sepa lo que le espera mañana. Y yo, pues la verdad, nada bien. Aunque estoy bastante serena (temía una de mis lloreras a lo culebrón) tengo que reconocer que no estoy precisamente alegre.
Es extraño. Los días se suceden en una rutina que, por cierto, me encanta. Quizás por eso me cuestan tanto los momentos de inflexión en mi vida. Empieza un día, otro, y otro y te crees que lo que estás viviendo nunca terminará. Pero las etapas se suceden y es mejor no mirar atrás. Bueno, si es para recordar bonitos momentos que nos dan ánimos para seguir adelante sí.
Ahora lo que quiero es que llegue pronto mañana y acostumbrarme cuanto antes a mi nueva rutina, a nuestra nueva rutina. Espero poder dormir algo. Buenas noches y que mañana empecéis muy muy bien el inicio del colegio de vuestros pequeños.