Revista Opinión

Y la Iglesia, erre que erre

Publicado el 16 abril 2010 por Rgalmazan @RGAlmazan

No se vayan a creer que tengo paranoia con la Iglesia o que soy parte del complot que dicen que se ha urdido contra Benito XVI. Ni una cosa ni otra. Qué más quisiera yo que no hablar de la cúspide de la Iglesia. Tengo todos mis respetos por los creyentes. Es más, tengo gente allegada que pertenece a la Iglesia y a la que tengo cariño y respeto aunque no comparta sus creencias.

Allá cada uno con sus creencias y opiniones, pero mientras que haya sacerdotes, obispos, papas o cardenales que se meten en cuestiones políticas, que cometan delitos contra seres indefensos y aprovechándose de su autoridad –que es lo que han hecho esos sinvergüenzas con los niños—, y mientras reciban dinero público para existir, tengo todo el derecho a criticarles y decir que los que cometes esas barbaridades son unos canallas –y soy bastante suave-- y que la cúspide de la Iglesia no es capaz de reaccionar, es más, se convierten en cómplices, incluido el Papa, por silenciar o tapar estas aberraciones.

Pedofilia Iglesia

Y no, no crean que sólo es la Iglesia española la que se mete en camisa de once varas o disculpa a sinvergüenzas en aras de un corporativismo denigrante. No, parece que esto se extiende. Hace poco fue el número dos del Vaticano el cardenal Bertone, quien dijo que había pruebas que relacionaban la homosexualidad con la pederastia –barbaridad que apoya el Vaticano--, pero es que en Iberoamérica, también hay elementos que siguen la misma línea.

Este cardenal colombiano felicitó, hace unos años, a un obispo francés por no denunciar a un sacerdote que cometió abusos a menores y tapar su delito.

El obispo de San Antonio de las Casas, Chiapas, –todavía no lo encuentro en la red, lo he escuchado en la SER— acaba de justificar los casos de pederastia por la “debilidad humana” ante la provocación que llega vía los medios de comunicación e Internet. Vamos, que echa la culpa a la Sociedad que hace que los menores provoquen a los pobres curas. Insólito pero real. No puedo por menos que sentir asco ante este tipo. Está claro, según el indigno representante de esta Iglesia, que las violaciones las provocan las mujeres que se pintan o llevan minifalda, y que los asesinatos son producto de que alguien te ha insultado y te ves en la necesidad de apuñalarlo… En fin, unas justificaciones que son de cárcel.

Es verdad que no son todos, se reconoce que entre el 1,5 y el 5%, son los sacerdotes implicados en casos de pederastia, que no es moco de pavo, pero la cuestión principal es la reacción de la cúspide del Vaticano, entre las que se cuenta el tal Bertone o Federico Lombardi, jefe de prensa—, y el mismo Papa que ha pedido disculpas sólo por Irlanda, olvidándose de los demás sitios y de su silencio ante casos que conocía.

Falta que esta gente, además de que les caiga el peso de la ley, que por cierto parece que ni les roza, sea castigada por sus jefes por cometer el delito o por defenderlo o justificarlo. Así, el obispo de San Antonio de las Casas, un tipo capaz de decir esa barbaridad tendría que haber sido cesado de inmediato por el Episcopado mexicano –claro que no parece muy probable visto que según ellos, estos casos de pederastia hacen que se les vean más humanos ante la feligrasía-- o por el mismo Vaticano. No hacerlo significa que les apoyan o que les consienten, y la cosa no es para poner paños calientes. Sólo medidas preventivas y punitivas duras podrán acabar con esta plaga, pero parece que los caminos de los representantes de dios en la tierra no van por ahí. 

Mientras sea así, no nos callarán: leña al mono.

Y por cierto, esos que piden rebajar la edad penal o penas mayores para los menores, están callados ante los abusos de la Iglesia, ni pío ( y mira que ha habido píos entre los papas). Sí, me refiero a los peperos y a todos los chupacirios incapaces de condenar estos abusos a niños.

Salud y República


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