A no ser que seas Florentino Pérez, Amancio Ortega o lleves el apellido Botín, casi seguro que estarás de acuerdo en que la reforma laboral que nos regaló el PP fue una hecatombe tan grande que tardaremos lustros en recuperar los derechos y salarios destrozados por aquella ley que se sacaron de la chistera los que entonces tenían el rodillo de amasar el pan. Justo esos que ahora se lamentan por los rincones del Congreso pero que entonces se hinchaban como pavos con los exabruptos que soltaba Hernando desde la tribuna. Transformaron eso de trabajar en este país en una especie de misión imposible en la que encontrar un curro era difícil pero encima conseguir que te sacase de pobre y te permitiese vivir decentemente ya era como ponerle orejeras a un unicornio. Puede que desde tiempos del diluvio no se haya visto nada igual, lo que no entiendo es como sobrevivimos a aquello sin acabar todos encadenados a una bola. La capacidad de aguante del la especie humana es inimaginable pero en nuestro caso es indudable que Otto Von Bismarck (si de verdad dijo eso alguna vez) tenía razón cuando mencionó que “España es el país más fuerte del mundo, lleva siglos intentando destruirse a sí mismo y todavía no lo ha conseguido”. Y en ello seguimos.
Pues bueno, ya ha pasado un tiempo desde que los señoritos fueron zapeados de Moncloa y la verdad es que no se ve demasiado entusiasmo en el nuevo Gobierno del Psoe en “desfacer el entuerto”, no se a que esperan para que veamos algo más que el preacuerdo de patronal y sindicatos para que los salarios suban en torno al 3% hasta 2020, y los salarios más bajos en convenio alcancen los 14.000 euros al año. No es suficiente, no basta con decir que esto sacará del pozo a los más golpeados por la crisis. No lo podemos creer, andamos tan sacudidos que Santo Tomás (ya sabes, aquél que puso el dedo en la herida para asegurarse) es un iluso a nuestro lado. Queda mucho por hacer y por corregir de aquella terrible reforma, supongo que Sánchez lo sabe. Necesitamos que vuelva el respeto por el trabajo, que queden atrás estos tiempos en los que todo vale y trabajamos a cambio de nada, de unos latigazos incluso. Un tiempo en los que muchos no sentimos orgullo por el trabajo porque total, sabemos que no nos va a sacar de pobres y no somos más que carne que alimenta a la empresa. Son tiempos terribles y no parece que este gobierno vaya a remediarlos. Sigue con el guion establecido. Ya se que es difícil el camino pero si no se empieza a andar, la senda no va a recorrerse sola.
Sugiero un inicio, un primer paso, ¿Qué tal si acabamos con el fraude generalizado en el empleo temporal que se ha adueñado de este país y que hace que veamos hasta normal eso de trabajar ocho horas o más con un contrato de dos? ¿Qué tal si se persigue de verdad a los que se han beneficiado con la reforma infame del PP? ¿ Que tal si se persigue a todos esos “patriotas” de pulsera, grandes empresarios, banqueros y gente acogida a esa “aministía fiscal” misteriosa que se han apresurado a decir que no están por la causa de pagar más impuestos y que si se les suben “pasarán palabra” y acabaremos pagando los de siempre? Me parece que no están muy por la causa de intentar remediar eso de ser líderes en desigualdad de Europa y en Moncloa, tampoco.
Bueno, igual es demasiado pedir para un gobierno que se manifiesta socialista. Igual ya es hora de empezar a pedir cambios aunque sea para justificar el nuevo gobierno ¿No crees que no hemos recorrido toda esta montaña rusa para quedarnos igual? Ya va siendo hora de que los parias de siempre empecemos a notar algo, ¿no? Aunque con un PSOE que sale en defensa, una vez más, de algo que se le parezca a un Rey ya no se que decir. Si Pablo Iglesias (el original) levantase la cabeza los corría a todos a escobazos.