Y los desahucios... llegan a la red.

   Nos movemos más que la Bolsa, primero fue Blogger, que si  bien se confabula contra nosotras día sí y día también, lo tenemos cogido por los…...y al final sabe que quien manda somos las Pecados. Después -esa cosa que tiene por icono un pájaro azul y que nunca le he encontrado la utilidad-, vino el Twitter y por fin, como no podía ser menos, nos adueñamos de Facebook.

   Quien no nos sigue, es porque no le da la gana… ¡JUAS!   Así que ya sabéis, si le dais también al Feisbuky, nos encontraréis con nuestras entradas por allí.

Pecados Capitales en Facebook
Hoy me pongo de nuevo mi traje de expedición, me cuelgo la escopetilla al hombro y compruebo que me he quitado los tacones antes de meterme en terrenos llenos de agujerillos… Que si hay que lanzar algo, un tacón siempre viene bien… Es como un Boomerang roto, lo lanzas… aciertas… y nunca regresa.

   Con el viento soplando de poniente, armadita hasta los dientes, me aventuro cual Félix Rodríguez de la Fuente en esos pastos inexplorados para encontrar a esa raza en peligro de extinción (y la cual no estoy segura de que nadie quiera conservar) que arrasa por donde pasa y no permite que después crezca la hierba… ¡Ostris! ¡Mira, como el caballo de Atila!   Desde luego, el estudio de esta nueva y rara raza nos daría para escribir no solo una, si no varias Tesis.   Y aquí estoy yo, que tras varios días siguiendo los pasos de estos peculiares animalejos, me encuentro con un nuevo hecho que echa por tierra todo lo estudiado hasta el momento sobre esta nueva raza y que al mismo tiempo confirma lo que los expertos suponían… Los Borreguis son sedentarios.    Cuando encuentran un territorio a su gusto, se instalan en él, con el tiempo terminan absorbiendo a todo aquel que vive en la pradera y quien se resiste acaba siendo expulsado, no importa que el territorio fuera previamente ocupado por otros individuos, la borregada manda y se producen los primeros desahucios. ¡Joer, como el Gobierno! ¡Qué alguien llame a Stop-Deshaucios!   Escondidos en la espesura, ocultos en la más recóndita y oscura cañada, la raza prospera sin alejarse si un ápice de sus conductas bien aprendidas, el aislamiento y la ausencia de otras civilizaciones hacen de esta, al igual que otras de tantas tribus indígenas esparcidas por el mundo, un interesante campo de la investigación.   Así que, ya sabéis, haced como el Rey León, Hakuna-Matata! y buscad vuestro propio sendero lejos de tribus indígenas cuya única ley es la suya y no conocen ninguna.