Y los malos son los taxistas

A los taxistas se les puede decir muchas cosas, pero han conseguido algo que yo no esperaba ver en mi vida: han puesto de acuerdo a los usuarios de menéame y a los tertulianos de Libertad Digital. Vivir para ver, gente de izquierda y ultraliberales luchando por el mismo principio.

Yo soy bastante partidario del libre mercado y que el mejor se haga con el mercado, pero claro, para poder aplicar este principio se ha de partir de la misma línea de salida. No es de recibo que unos compitan con un pie atado y otros vayan subidos en moto.

No es que esté yo muy a favor de defender a los taxistas, como no tengo carnet de conducir, he cogido bastantes y me he encontrado de todo, me subleva las tarifas que tienen y el poco respeto que tienen algunos con sus pasajeros.

A pesar de todo, y nos guste o no, tenemos un marco legal que regula el transporte de pasajeros. Esto es así para recaudar impuestos, obvio, y garantizar ciertos calidad y nivel de servicio: seguro de transporte, etc… Si estamos obligando a un taxista a pagar una licencia de taxi, unos cien mil euros una licencia de segunda mano en Barcelona, tener que pagar unas tasas, tener un tipo específico de seguro, estar sometidos a un ente que los controla, y ser un servicio regulado hasta las cejas, creo que es justo que todo aquel que intente entrar en este sector, pase por el mismo aro que los taxistas.

Tampoco quiero cargar con las personas que quieren aligerar sus costes compartiendo gastos, faltaría más. Lo veo una solución inteligente y práctica para que sea más económico mantener un coche, y compartir gastos al hacer el mismo trayecto, que sea más fácil llegar a fin de mes sin que te sangre este estado nuestro.

Lo que realmente me hace pensar mal es la empresa que da estos servicios: uber, blablacar, etc… He intentado buscar información de que cobran al usuario o al que presta el vehículo y no ha habido manera. Así que me he intentado registrar y nada más empezar me piden la tarjeta de crédito. Conclusión: no se de que viven así que tengo que asumir que viven de comisiones que cobran a unos y a otros.

Estas empresas de la nueva economía y del compartir, ha conseguido algo que también creía que no vería: hacer dinero con el esfuerzo de otros sin realmente comprometerse en nada, pero a la vez, conseguir enfrentar a dos segmentos de la población que probablemente compartan escalafón social.

Mi punto de vista es claro, y lo he comentado antes, creo perfecto que existan estos servicios siempre y cuando compitan todos con las mismas normas. Si unos han de tener un seguro especial, unos conocimientos específicos, esto debería de aplicarse a todos. Y por supuesto, la empresa que haga de intermediado, que pague sus impuestos en el país donde se presta, que ya me conozco el sandichw financiero para escabullir impuestos al fisco.

Película: Taxi Driver

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