Marisol Montiel
En los cuatro meses que van de este año perdimos la cuenta de los ultimátum que Guaidó le ha dado a Maduro. No vamos a enumerarlos porque ya son “caliche” y por no desanimar más a sus seguidores, porque en verdad dan lástima. Hay mucha gente entre ellos convencida de que van a zumbar unas bombitas sobre Miraflores y al día siguiente van a seguir su vida normalita como era antes: florecerán de nuevo los centros comerciales, se activarán los cines, los restaurantes volverán a contar con menús exquisitos; ya no tendrán que aflojar dólares por debajo de cuerda.
Falta poco, dicen los que están afuera, añorando el terruño que abandonaron y al que aspiran volver. No es para menos porque afuera los tratan muy mal. El show del 30 de abril no tiene parangón ni ha sucedido impunemente en ninguna parte del mundo. Sirvió para ver ahí retrataditos al fugado Leopoldo López, al presidente ilegítimo de la Asamblea Nacional y al diputado de la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano. No es un chisme de redes. Se dejaron retratar allí, en plena acción golpista. Invitamos a Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso gringo, a hacer lo mismo: intentar tomar una base militar norteamericana para tratar de derrocar a Trump. Mínimo le sale Guantánamo, si no es que le aplican la pena de muerte, vigente allá para casos de traición a la patria.
López se asiló en la Embajada de España, el otrora imperio que cometió el genocidio de nuestros aborígenes; el 80% de los soldados, con sus ocho tanquetas secuestradas, se devolvió a sus comandos, con todo y sus vehículos; y solo 25 militares salieron corriendo y se acomodaron en la Embajada de Brasil, para que los protegiera. Las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas la integran 250 mil efectivos. Los insurrectos representan el 0,01 por ciento de ellas. Hasta risa da la ridiculez mediática.
La prensa internacional en su gran mayoría no tituló con el fracaso de la piche intentona, sino con “el caos” que cundió en el país. Ninguno de ellos tituló que fracasaron, ni que López huyó y menos le anotan un nuevo fracaso a Guaidó, quien hasta el momento de redactar estas líneas estaba hablando más de lo mismo a los opositores que lo acompañaban, ligando a que los repriman, se anoten algunos muertos, “inversiones a futuro” y así generar la absurda noticia que con tanto frenesí busca CNN.