…y mas mentiras.

Todo el mundo tiene derecho a expresar su opinión en la forma que mejor le parezca, incluso todo el mundo tiene derecho a organizar una manifestación trayendo gente del otro lado del mundo si así lo desea y se organiza para hacerlo, pero sin insultos, sin violencia, sin agresiones, sin falsedades, sin fraudes, sin trampas, sin embustes, …etc.

Se puede estar o no de acuerdo con el independentismo, pero sin duda todas sus manifestaciones son sumamente multitudinarias y a pesar de ello también son pacíficas, festivas y sin trampas. La manifestación de SCC de ayer en Barcelona fue cualquier cosa menos pacífica y no exenta de trampas y mentiras.

Para empezar en la plaza Urquinaona, inicio de la manifestación, se repartían letreros como los de la foto con nombres de poblaciones catalanas para ser lucidos por los manifestantes aunque fuesen de Cantalapiedra de Arriba.

Antes, durante y después de la manifestación de produjeron muchos incidentes con agresiones. Varios periodistas fueron agredidos, una presentadora de TV3 fue golpeada con el palo de una bandera, un equipo de Telecinco tuvo que interrumpir la conexión porque eran importunados por un montón de gente y un fotógrafo independiente recibió una soberana paliza. Se lanzaron piedras a balcones de los que colgaba la estelada y en más de uno se rompieron cristales, los mossos fueron abucheados, sus furgonetas golpeadas e incluso un par de mossos tuvieron que refugiarse en una comisaría de la Guardia Urbana para no recibir palos, y cuando ya había terminado la manifestación, en la línea 2 del metro y por razones desconocidas, varios asistentes a la misma agredieron a un chico suramericano al que solo dieron una patada en el estómago porque los pasajeros lo protegieron y probablemente evitaron que le dieran una paliza. Al pasar por delante de la comisaría de la Policía Nacional en Vía Layetana los manifestantes les rindieron homenaje por haber apaleado a los independentistas, y un nutrido grupo se desvió a la plaza de Sant Jaume y entre el edificio de la Generalitat y el del Ayuntamiento profirieron una larga retahíla de los insultos más rastreros y asquerosos posibles.

Pero lo peor sucedió cuando una unidad de los bomberos se dirigía a sofocar un pequeño incendio al principio del Pº de Gracia desde plaza Catalunya, y los manifestantes los abuchearon e impidieron su acceso al incendio.

Encima en los discursos al final de la manifestación tanto Vargas Llosa como Jiménez Villarejo calificaron a Puigdemont y Junqueras como radicales y racistas. Desconocía que hubiese radicales y racistas pacíficos y demócratas violentos.

Para acabar de completar el panorama y marcar más diferencias entre manifestaciones civilizadas y radicales, SCC ha tenido la desfachatez de cifrar la asistencia en un millón mientras la Guardia Urbana los cifraba en 350.000. SCC conocen suficientemente bien la aritmética pero las cifras equivocadas que siempre dan son debidas a su clara tendencia a la mentira. Cuando en 2013 la manifestación del 11-S fue la Vía Catalana desde El Pertus hasta Vinarós, que se cifró entre 1.600.000 y dos millones de manifestantes, al cabo de un año SCC publicó un informe supuestamente científico dirigido por Josep María Oller profesor de la Universidad de Barcelona que cifraba la participación en poco más de 700.000, pero tenía solo un problema: a lo largo de los más de 400 kilómetros de la vía dicha cifra suponía a duras penas menos de dos manifestantes por metro lineal y seguro que todos recordamos las fotos de la Vía con mucho más de dos personas por metro lineal. Recomiendo la lectura de mí nota SOCIEDAD CIVIL MENTIROSA del 27 de julio 2014 donde desmonté el cálculo falsario de SCC.

Por cierto, sobre el 1-O corren muchas mentiras y bulos, por ambos lados, pero hay uno increíble. Varios medios de la pocilga mediática han afirmado y supuestamente demostrado que la señora de 64 años que recibió tal porrazo de la policía que quedó con la cara ensangrentada, en realidad fue un gran trabajo de maquillaje con sangre falsa. O sea, la tal señora es una pitonisa adivinadora con un grupo de pitonisos adivinadores, todos ellos independentistas, que sabían de antemano y con todo lujo de detalles que iban a ser atacados por la policía y por eso llevaban los utensilios y los productos necesarios para hacer una virguería en maquillaje. Es que encima de mentirosos y franquistas son idiotas porque se creen que lo somos nosotros.

Me quedo con la sensación de que después del 1-O no ha cambiado nada. Desde que Rajoy le dio el portazo a Mas en septiembre 2012 que no creo que nadie de los que mandan en Madrid y sus colaboradores hayan hecho nada para solucionar el problema y si han hecho muchísimo para empeorarlo cada día más, probablemente por razones electorales, y ya estamos en el choque. Sálvese quien pueda.