![Y por fin ha llegado el día Y por fin ha llegado el día](http://m1.paperblog.com/i/25/251126/fin-ha-llegado-el-dia-L-1.jpeg)
He salido muy contenta de la reunión. El horario de esta primera semana será de adaptación, relajado y progresivo. Nos han explicado los objetivos de este primer mes, cómo serán los horarios, los grupos, el número de clases, quienes serán los profesores tutores, quienes prestarán apoyo. Todo va orientado a la adaptación de los pequeños, pensando solo en los pequeños, puedo afirmar que con una orientación muy respetuosa hacia ellos. Estoy feliz, no lo niego.
Nos han hecho unas recomendaciones de cómo contarles que se van a incorporar a sus clases, incluso ayudándoles mediante pictogramas, o cuentos.... Bueno yo todo eso ya lo he hecho. Lo llevo haciendo todo el curso pasado. Mi hijo tiene claro hasta quién le va a llevar al colegio y quién o quienes le van a recoger (los abuelos). Tiene claro el nombre de su profesora, lo mucho que le va a querer y cuidar, lo orgullosa que se va a sentir mamá. Pero entiendo que ellos deben y tienen que hacer ciertas recomendaciones. Es muy útil para los niños si en sus cabecitas se pueden ir haciendo una idea de lo que va a pasar, y pueden anticiparlo. Esto hará que se vayan acostumbrando a la nueva situación, incluso antes de conocerla, reduce ansiedades y miedos y se enfrentan más fácilmente a la nueva aventura. Incluso han recomendado a aquellos padres que puedan que no les dejen a comedor este primer mes, para que la adaptación sea más progresiva.
Aquellos niños que no se queden a comedor, como va a ser nuestro caso, no están obligados a asistir al horario de tarde (de 14,30 a 16,00 horas), ya que ese período se reserva al descanso y la siesta. La flexibilidad horaria, el respeto a los ritmos de los niños, la enseñanza de hábitos de higiene y cuidado, son prioritarios en este primer trimestre. Nos han insistido mucho en no correr, en comprenderles cuándo lloren, mostrarles una actitud positiva y alegre, no amenazar, no enfadarnos, ponernos en su lugar. Toda la charla ha estado orientada a cómo ayudarles a adapatarse lo mejor y lo antes posible.
Para mi era muy importante encontrar un centro que se adaptara a mi idea de escolarización, sin horarios maratonianos, sin pretender formar a pequeños Einstein desde su tierna infancia, sin presiones, respetando la importancia del juego para aprender y asentar las bases de su vida académica. Quizá soy poco ambiciosa o incluso muy idealista, pero así opino yo. Así quiero que mi hijo se forme, yo no quiero al más listo de la clase, ni que tenga miles de asignaturas, ni quiero que tenga un cociente intelectual de 150. Porque,...., ¿acaso los más inteligentes, o los que sacan mejores notas son los más felices? Creo que no.
Pero no me entendáis mal, quiero dar a mi hijo la mejor educación, la mejor que pueda, pero la educación no solo son buenas notas, asignaturas complicadas, es mucho más, es respeto, aprendizaje social, compartir, aprender buenos hábitos, aprender a ser compasivos. Y como yo en casa ya he iniciado la parte que me corresponde (que es muchísima), me apetecía un colegio orientado en la misma línea. Y aunque penséis que es fácil, yo he encontrado dificultades.
Así que estoy contenta, y me doy cuenta que la elección de colegio ha sido acertada. No me gustan algunas cosas, no lo niego. Y es posible que para futuros ciclos le cambie de centro, pero para Educación Infantil no he podido elegir mejor.