Y por fin se inauguró.

Tras siete años desde su presentación, siete anuncios de inauguración y mas de siete millones de euros de coste, esta semana por fin pudimos ver por dentro, el Botánico de CLM, -y no digo jardín pues eso llegará en unas décadas-, porque en esto de las plantas, como dijo Barreda en la inauguración, “no hay que ser tan mezquino como para pensar en las elecciones siguientes” sic.
Casi siete hectáreas cedidas por el ayuntamiento capitalino que, no me cabe la menor duda, devendrán en el orgullo del nuevo Albacete, tanto, que solo una decena de capitales españolas pueden presumir de ello.
Quienes estuvimos el miércoles pasado en la inauguración, o quienes se hayan pasado estos cuatro días de puertas abiertas –que ya no lo estarán hasta el año que viene-, pudimos vislumbrar que esta nueva infraestructura será admirable, cuando esas 500 especies vegetales tan diversas, crezcan y cuando las obras puedan estar terminadas.
Porque fuera de los cantos propagandísticos, herencias para futuras generaciones y descripciones técnicas que se pueden encontrar en las hemerotecas y hasta en la Wikipedia, digo yo que habría que hacer alguna autocrítica, aunque nos acusen de mezquino por estar cerca de las elecciones.
Y es que -aunque se quieran interpretar y vender con eufemismos- los datos objetivos cantan:
El convenio se firma en 2003 (el 6 de mayo se pone la primera piedra); la obra está prevista para 18 meses (inauguración en 2005) y su presupuesto inicial es de 4,2 millones de Euros. Sin embargo, hasta el 15 de junio de 2008 no se crea la Fundación Jardín Botánico, nombrándose director general al exdiputado Siro Torres que entra en mayo de ese 2008 cobrando 66.000€ al año. Por cierto, que recientemente reconoció llevar gastados 8 millones de euros, cuando alguien decía que 10.
O sea que sin pretender comparar esta obra con fiascos manchegos como la fundación VIRTUS, el aeropuerto de CR o la misma CCM, -responsabilidad preferente del PSOE-, ni menos aún, con las corrupciones casi generalizadas del PP como la Gürtel, Fabra, Camps o Aguirre, -en serio que ni comparación-, tampoco es que aquí haya habido mucha transparencia que digamos.
Y si no que les pregunten a algunos periodistas que fueron a la puesta de largo con Barreda, Pardo, Oliver y Cía, por qué no les dejaron hacer preguntas. Lo mismo alguien hubiera preguntado cuánta gente estaba cobrando de un botánico sin abrir y cuanto tiempo, o por qué los seis años de retraso, o a qué se debía el haber doblado el presupuesto inicial, o incluso, porque la auditoría de cuentas solo está hecha del 2009, o porque de los 12 patronos solo hay 2 mujeres (aunque una nunca va) y 10 son nombrados y/o afines al PSOE.
Porque como bien reza la sabiduría popular, la mujer del César además de ser honesta, también tiene que parecerlo.
Pero en fin, terminemos como empezamos, y no es de coña. Estamos seguros, y así lo deseamos, que el botánico de Albacete, será un bello y variado jardín, que la ciudadanía actual podremos empezar a disfrutar (les recomiendo ver desde allí las maravillosas puestas de sol), y mucho mas nuestras generaciones venideras.
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