Algo aprendí en verano: que las vacaciones son para descansar y esta vez no voy a tropezar con la misma piedra.
Estos días capturaré más que haré, y si se tercia, procrastinaré un poco. Porque al fin y al cabo… una buena efectividad también nos debe permitir disfrutar más y mejor de lo bueno ¿no?
Así que aprovecho el post de esta semana para desearos lo mejor para el próximo año y que disfrutéis siempre al máximo.
¡Feliz Navidad!
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