¿Y si alguien dijera no?
En un programa de televisión escuche a Manuel Castells[1] una frase que me dejó un poco preocupado porque no solo sacaba a relucir una idea que he oído muchas veces y como esta manipulación de la realidad por parte de ciertas partes, ha cuajado en el subconsciente colectivo[2].
Las personas, por muy libres e independientes que creamos que somos, estamos sometidos a la sociedad y si esta expresa su incapacidad para cambiar algo, o directamente un desdén al respecto, la cosmovisión asociada acaba impregnando nuestras propias creencias. Está demostrado que la presión social consigue que cambiemos nuestros criterios, e incluso, que cambiemos de punto de vista renegando de nuestras creencias originales[3].
Otro ingrediente que se añade es la magnitud del problema, es tan grande y complicado que simplemente decimos que no o lo ignoramos. Es como si quisiéramos escalar el Everest de golpe y no nos planteamos fragmentarlo en porciones más pequeñas, más manejables y medibles, como ir de campamento base a campamento base hasta conseguir la cima. O directamente obvia problemas que tiene más cerca y cuya solución es más sencilla y a la vez, sus resultados son más tangibles: en vez de evitar el hambre en todo el mundo, ¿porqué no empezar por tu propio barrio?.
Pero a veces me pregunto si existirá alguien que sea capaz de decir que no, que no se conforma con la situación. Porque toda aventura empieza con un primer paso, si alguien se planta y dice que no, ya sea a la corrupción política, a los abusos por parte del poder, a la discriminación de la mujer, al acoso escolar, o a cualquiera de los pequeños y grandes problemas que nos rodean, ¿quizás exista esperanza?.
No es fácil decir que no, de hecho todos tenemos una falta importante de asertividad en muchas áreas de nuestra vida, pero ya decir el refrán que más vale una vez rojo que ciento amarillo. Si desde un primer momento hubiéramos dicho que no, no estaríamos ahora aquí, pero no vale usar la frase de que antes estábamos mejor. Ahora estamos aquí y nos toca a nosotros cambiar lo que creamos injusto sin buscar excusas o pasar el problema a otros.
¿Que el banco nos cobra comisiones por servicios que ni siquiera usamos?, cambia de banco. ¿Que tu partido político tiene corruptos en sus filas?, no les votes y vota a otro o en blanco. ¿Que ves un abuso o una injusticia en el trabajo? denúncialo.
Soy consciente que todos estos gestos son bastante pequeños comparado con la interminable lista de problemas que nos rodean, pero hay que empezar por algún sitio, y poco a poco, grano a grano se puede cambiar la tendencia que cada vez está más presente. Esta tendencia esta llegando a ámbitos que me escandalizan, niños que abusan de otros en el colegio y los padres miran a otro lado porque no es su hijo, el amigo que pega a su pareja y pensamos que no es nuestro problema. En serio, parece que no veamos la gravedad de la situación y el relativista moral en el que nos hemos colocado y del que nos defendemos con el no es problema mío.
Os voy a ser sincero, prefiero mil veces antes a una persona que sabe como funciona y lo aprovecha que los que no les gusta, se queja y no hacen absolutamente nada usando cualquiera de las excusas que he comentado. Al menos el primero se mueve, los segundo son simplemente invitados a una cena que acabarán pagando de sus bolsillos.
Como ya se dijo hace tiempo, el mal triunfa porque la gente buena no hace nada[4]. Con lo que repito, ¿vas a ser tu el que diga que no?.
Película[5]
- Manuel Castells. Web oficial. http://www.manuelcastells.info/es ↩
- Jung, Carl. “Teorías de la personalidad” http://www.psicologia-online.com/ebooks/personalidad/jung.htm ↩
- Shuttleworth, Martyn. Explorable. “El experimento de Asch” https://explorable.com/es/el-experimento-de-asch ↩
- Burke, Edmun. Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Edmund_Burke ↩
- Dr No http://www.imdb.com/title/tt0055928/ ↩
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