Articulo de Lucila Rodríguez-Alarcón, Público, 20 de septiembre de 2024.
Foto: Europa Press, Público, 20 de septiembre de 2023.
Si el 3 de septiembre me hubieran preguntado que cuáles son los problemas de España, quizás habría mencionado la migración. No porque me parezca que los migrantes son un problema para nuestro país, sino porque creo firmemente que el discurso de odio y la desinformación, sumados a las medidas inhumanas que nuestro gobierno está poniendo en marcha para enfrentarse a los flujos migratorios, son un enorme problema. La desafección social que se está generando es un enorme problema también, trascendiendo el hecho mismo de la migración.
La pregunta que el CIS no permite responder es cuánta gente hay como yo, horrorizada con el control migratorio y el discurso del odio, que haya situado la migración como uno de los tres primeros problemas de nuestro país.
La propia encuesta del CIS da algunas pistas que no se pueden obviar. Más del 70% de las personas encuestadas declaran estar muy o bastante preocupadas por las desigualdades mundiales entre países ricos y pobres, que la mayoría estiman que se han incrementado en los últimos años. También se sitúa en torno al 70% las personas muy o bastante preocupadas por la guerra de Ucrania y la guerra de Oriente Medio, que sería la de Gaza. Estos datos no evocan que entre los encuestados haya un desinterés humanitario, sino más bien lo contrario. Hablan de unas personas que se sitúan en un contexto internacional que perciben como preocupante pese a que a ellos no les afecta. Y así lo refleja la pregunta relativa: ¿Y cuál es el problema que a usted personalmente, le afecta más? Donde la migración cae al quinto puesto muy por detrás de la economía, el paro, la sanidad o la vivienda.
Por otro lado, el orden de las preguntas también podría haber influido en las respuestas a la pregunta principal -que era libre- sobre los problemas. Así lo explicaba el politólogo Alejandro Solís a Publico. Las preguntas sobre las desigualdades y otra pregunta adicional que vincula desigualdad con inmigración están antes de la pregunta estrella: "¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España?". El subconsciente de las encuestadas ya está marcado y predeterminado y posicionará a la inmigración en un espacio mayor de lo que lo haría si la pregunta sobre el problema hubiese sido la primera.
La migración es el trampantojo del debate público. Nada más publicarse el CIS una horda de comentaristas, sin haber leído más que los titulares, se lanzaron a abrir una línea discursiva sobre una presunción negativa de un resultado mal analizado. Todo es plano en el debate sobre las migraciones, cuando se trata de un tema multidimensional y transversal. Lo que nos enseñan no es la realidad, lo que se debate muchas veces no existe.
En el año 2016 la Fundación porCausa llevó a cabo un test de asociación implícita, basado en los desarrollados por la Universidad de Harvard, con el fin de determinar si la migración era percibida de forma subconsciente como algo malo. Este test completaba de forma cualitativa una encuesta cuantitativa que habíamos realizado con Metroscopia, en el que más del 80% de las personas había declarado que apoyaban la migración y simpatizaban con los migrantes -¡que tiempos aquellos! El resultado del test de subconsciente fue que más del 80% de las personas que participaron en él, relacionaban la migración con el concepto de malo. Dentro de ese 80% había personas del equipo y del entorno de la Fundación, para las que "malo" venía asociado a la gestión migratoria y no al migrante ni al movimiento migratorio. Este podría haber sido perfectamente el caso de los datos del CIS. Ahí el debate entonces debería de ser si la política de migraciones de España debe seguir siendo gestionada prioritariamente por el Ministerio del Interior, como si se tratase de un problema de seguridad nacional, pese a no contar con el respaldo de la población española. Quizás el CIS nos está explicando que estamos cambiando, que existe un resurgir de lo social, que las personas estamos hartas de odio y mentiras, que queremos una sociedad más justa, más igualitaria. Es posible que estemos diciendo basta ya de usar nuestro dinero para crear tanta muerte innecesaria.
Mi percepción personal e intransferible es que los datos del CIS son positivos. Creo que reflejan un cambio de tendencia que desde la Fundación estamos percibiendo en la acogida de nuestros materiales y nuestros trabajos y en el crecimiento de nuestra comunidad. Cada vez somos más las personas que confiamos en que haya un cambio de deriva y trabajamos para que así sea. Porque al final, el bien común es la base del bien individual, y las sociedades igualitarias son las más prósperas. Y eso no tiene color político, aunque las tertulias se empeñen en decir lo contrario.