El “culpable” de la entrada de hoy es el MAestro Máñez, con MA de Miguel Ángel, que me pasó un par de enlaces animándome a publicar sobre ellos. Así que, antes de nada, me gustaría agradecerle la información, que me ha permitido conocer un blog muy interesante (que ha pasado a mis suscripciones RSS).
La entrada original es muy recomendable y nos ofrece un punto de vista de extraordinario interés; se titula: “¿Qué pasaría si Facebook y Amazon crearan una Historia Clínica Electrónica?“.
Antes de entrar a analizarla, me gustaría contar una anécdota de mis clases en el máster de Informática Sanitaria. Es muy posible que ya la haya utilizado para alguna entrada y suelo recurrir a ella en muchas charlas… ¡pero es que encaja perfectamente aquí!
Un día, un profesor inició la clase de una forma muy curiosa. Pidió que levantaran la mano tod@s aquell@s que hubieran comprado un billete de avión por Internet. Rogando que nadie bajara las manos, pidió que, además, la levantaran aquell@s que accedían a su banco online. Seguía con más ejemplos: comprar un libro en Amazon, quién usaba Facebook, quién usaba el correo electrónico, Twitter… y así con todos los servicios de Internet que podáis imaginar hasta que toda la audiencia tenía las manos levantadas… hacía una pausa y decía: “Ahora que deje la mano levantada todo aquel que haya hecho un curso para hacer alguna de esas cosas” y, ¡tachán!, caras de estupefacción y ninguna mano levantada, claro. Tras una pausa perfectamente medida decía: “¿Por qué no puede ser así con nuestras historias clínicas electrónicas?“. Evidentemente esta pregunta puede tener muchos matices, pero no me negaréis que tod@s estáis de acuerdo con el trasfondo de la cuestión, ¿verdad?
Y es que la usabilidad de las aplicaciones es la gran olvidada en nuestros sistemas de información sanitarios. El problema, desde mi punto de vista, es multifactorial:
- Las empresas no suelen necesitar competir entre ellas por la usabilidad, porque los concursos públicos a los que se presentan suelen basarse en criterios puramente económicos… dudo mucho que se tenga en cuenta la usabilidad o la opinión de l@s que vayan a usar la aplicación.
- Una vez ganado el concurso, los acuerdos de implantación y contratos de mantenimiento suelen seguir centrándose en lo económico… ¿qué lugar queda entonces para la mejora funcional y en usabilidad?
- Pero, ¿de quién es la culpa? Pues de quién convoca el concurso, claro. Del que pide la aplicación, del que deja que criterios no asistenciales superen a los verdaderamente importantes, del que no deja que se escuchen las voces de los usuari@s, del que tiene más interés por recortar gastos de mantenimiento que en mejorar la aplicación porque, señores, no nos engañemos… el software de calidad cuesta dinero.
Pero no quiero desviarme, ¡vayamos al turrón!
La entrada de Dale Sanders propone una fórmula para calcular el verdadero valor de un programa que me encanta:
Valor total de una aplicación = Valor funcional x Usabilidad
¡Qué gran verdad! ¿En cuántas ocasiones habéis pensado… pero quién ha diseñado esto? Interfaces mal pensados, que no se adaptan al flujo de trabajo, excesivo número de clics y pantallas para hacer las tareas rutinarias… un desastre, vamos.
Sanders imagina una combinación de los conceptos de diseño y usabilidad de dos webs de éxito como son Facebook y Amazon (sí, esas para las que no habéis necesitado un cursillo) dándole una orientación de historia clínica electrónica.
En Facebook ve un perfecto gestor documental longitudinal (similar a una historia clínica), con herramientas de colaboración (interconsultas), mensajería (comunicación con pacientes), citación de eventos (las agendas), una excelente capacidad de integración con un gran número de aplicaciones (como las departamentales de nuestros centros)… ¿no os parecen funciones que tienen nuestras historias clínicas electrónicas? Sanders lo propone como una historia clínica electrónica, pero yo voy más allá, creo que sería una perfecta historia clínica personal (tan de moda hoy día).
En Amazon ve los productos como si fueran pruebas complementarias: podrías ordenarlas, hacer seguimientos, evaluar costes, ver tendencias, lo que hacen otros, ajustar el comportamiento en base a tendencias… ¿veis la similitud con nuestros sistemas de información de radiología y nuestros laboratorios: RISes y LISes?
Pero lo mejor que ha hecho Sanders en su entrada es plasmar de forma gráfica sus ideas. Al ver las imágenes, pensé: “¿Qué podría hacer yo para aportar algo más a su trabajo?” y de paso cumplir esa gran frase de Máñez que dice, más o menos, que los que tenemos un blog escribimos lo que nos gustaría encontrar en Internet y no encontramos. Lo vi claro… traduciré las imágenes para la blogosfera. Así que aquí van.
Rediseñar Facebook
Rediseñando Amazon
Rediseñando Amazon
Rediseñando Amazon
¿Cómo os habéis quedado? ¿Contratamos a Mark Zuckerman o Jeff Bezos para que nos ayuden a rediseñar nuestras historias clínicas? ¿Nos dejamos de reinventar ruedas y nos fijamos en aquellos que han tenido éxito?
A mi esta visión de Sanders me ha gustado especialmente… si a mi me hicieran la pregunta “¿Y si Facebook y Amazon hicieran una historia clínica electrónica?“… respondería: “¡Qué gran idea!“. ¿Qué pensáis vosotr@s?
Fuentes: healthsystemCIO.com y Hospital Digital.