¿Nos podemos creer que un miembro de una de larga tradición de traficantes, que se han llevado todo lo que han querido a Suiza, no ha sido capaz de trasladar un simple lienzo de pequeñas dimensiones, sin que se enteren TODAS LAS POLICIAS, ADUANAS Y MEDIOS de comunicación?
El rey Juan Carlos ha sacado unos 600 cuadros del Museo del Prado, de la coleccion duque de Hernani, y los ha vendido a EEUU, Brasil y otros países del mundo, y aquí no se ha enterado nadie. Juan Carlos, 600. Jaime, 0. Podría haberle echado un cable.
Bromas aparte, si lo que quieres, de verdad, es pasar un cuadro, lo primero que haces es no hacer aspavientos sobre el hecho de su existencia. Segundo, lo desmontas del bastidor y lo pasa cualquier hijo de vecino en el fondo de su maleta, por carretera. Luego, ya en Suiza, le vuelves a poner el bastidor y el marco, y ya está.
Ahora, si lo que quieres es volver famoso un cuadro falso pintado por Wolfgang Beltracchi, por ejemplo, haces EXACTAMENTE LO QUE HA HECHO BOTÍN.
Beltracchi es un falsificador genial y encantador, que ha falsificado unos 300 cuadros, de los cuales muchos se encuentran todavía,y me temo que para siempre, en museos estatales y privados, como el MoMA. Fue encarcelado en 2011 pero ya está en libertad. La verdad, me cae muy bien.
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En una entrevista realizada tras su salida de la
cárcel, el falsificador reconocía: “siento cierta excitación cuando visito museos,
incluso el MoMA, y puedo contemplar en ellos mis propios cuadros”
ver el artículo:http://www.dw.com/en/how-beltracchi-the-worlds-most-famous-art-forger-plays-with-the-market/a-18436266
Además, el precio tan vitoreado en los medios ha sido de 25 millones de euros, muy bajo en comparación a los 240 millones del último Cézanne o los 300 millones del último Gauguin, ambos en Qatar. La etapa de Gosol, en particular, es especialmente cara, por ser el final de la época rosa, que gusta mucho a los coleccionistas.
Ahora, veamos otras obras del mismo periodo llamado "Gosol", es decir, 1906, al cual dicen que pertenece el botín de Botín:
observen atentamente:
1. la asimetría de las cejas es constante, excepto en el Botín.
2. la punta de la nariz casi siempre es redondeada, a veces recta pero NUNCA respingona, como en el Botín.
3. la tez de la cara es compleja, hay muchos matices en el rostro, la pincelada es sutil, diversa, fina. No hay esos rayajos feos que vemos en el Botín.
4. el nacimiento de la cabellera en lo alto de la frente.
este es, tal vez, del cual se ha inspirado.
Este es el de Botín: un pestiño, empastado, aburrido, previsible. Nariz respingona, cejas simétricas, la línea de la raiz del pelo, en lo alto de la frente, no se parece en nada a como resuelve Picasso este detalle en las otras obras. Incluso la composición, demasiado clásica para ese momento en el que Picasso está rompiendo con la tradición académica, y busca composiciones inesperadas.
En mi opinión, no es un Picasso, y además, es un cuadro malo.
El Museo Reina Sofía debería tomarse las cosas con calma.
¿quién ha dicho que es un Picasso?
Botín.
¿Debemos creerle, así porque sí?
¿Por qué nadie ha dudado de su autenticidad?
¿Habrá comprado Botín a la prensa y a los expertos?
Capaz es.
Revista Opinión
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