Pues sí. Parece que la Directora General de Tráfico está estudiando implantar una carnet de conducir para los usuarios de las bicicletas de manera que se asegure que conocen las normas de circulación y con ello se cree un entorno viario mucho más seguro para todos.
De momento es solamente una propuesta que puede que se lleve a cabo o no pero la petición se encuentra sobre la mesa y se está estudiando. Me imagino que aquellos usuarios de las dos ruedas que circulan siempre respetando las normas de circulación y se quejan como cualquier otro colectivo, que son una minoría los que dan mala imagen al resto, estarán más o menos de acuerdo en implantar esta medida y otra similar.
¿Qué diferencias hay digamos entre un ciclista y un conductor de un ciclomotor que está obligado a obtener una licencia? El ámbito de circulación de los dos vehículos es similar: principalmente ciudad y en algunos casos carreteras secundarias.
La velocidad del ciclomotor, teóricamente (y recalco lo de teóricamente) está limitada a 45 km/h, una velocidad que en ciertos casos es fácilmente alcanzable por un ciclista a poco que la pendiente sea favorable.
Sin embargo se hace esta distinción lógicamente porque el conductor del ciclomotor conduce precisamente un vehículo a motor, con sus particularidades. Podríamos detenernos a encontrar diferencias en cuanto a los lugares permitidos para la circulación y, salvo carriles bicis, el resto más o menos es similar. Incluso en carretera en ambos casos están obligados a circular por el arcén si es transitable.
Lógicamente a las asociaciones de ciclistas no les gusta esta medida ya que de nuevo, España toma la iniciativa en algo que no se estila en el resto de Europa. Pero de nuevo pregunto: ¿estamos capacitados en educación vial a compararnos con otros países europeos? ¿podemos presumir de ser igual de respetuosos que en Alemania, Holanda o los Países Bajos, con una cultura ciclista mucho más amplia en todos los sentidos de la palabra?
La educación comienza en casa
Una vez más alguno dirá que aquí, la solución que parecen tener los políticos es la de regular, prohibir y obligar. Y no, claro que no, lo primero sería educar. Pero para educar, los primeros que tienen que hacerlo son los padres, y dudo mucho de la educación que pueda dar alguien a su hijo cuando lo veo pasar un paso de peatones montado en bicicleta con su hijo detrás, o saltarse un semáforo en rojo, o ir tanto él como su hijo sin casco. ¿Esta gente tiene en su mano el primer escalón de educación?
Mi hijo, de escasamente dos años de edad, aprende educación vial en la guardería. A nivel muy básico: cuándo se debe cruzar y cuándo no, que hay que caminar por la acera, que se cruza por los semáforos o pasos de peatones. Sería perfecto si luego hubiese una continuidad ya que cuando ves que los padres van a recoger a otro compañero y cruzan directamente una calle de dos carriles porque tiene el coche en doble fila y colocan el niño detrás sin sujetarlo en un sistema de seguridad infantil porque “van ahí al lado”, le chirrían a uno los ojos. Si vas ahí al lado, vete caminando y si vas en coche, hazlo con todas las garantías de seguridad.
Saltemos ahora un par de años hacia adelante, al menos desde el punto de vista de mi hijo. Con cinco años o seis es un buen momento para que, y aunque se haya estado inculcando esa formación vial desde el principio, se lleve un escalón más allá. Vosotros como lectores habituales, conocéis el proyecto ROSYPE y su forma de educar y concienciar a los jóvenes en el respeto de las normas de circulación, su cumplimiento, uso del casco, etc. Un proyecto que poco a poco va creciendo pero que de nuevo necesita un apoyo fundamental, que se encuentra en casa y nos muestra a nosotros como los verdaderos ejemplos en los que ellos se verán reflejados e intentarán imitar.
De nuevo observamos como todo está estrechamente relacionado con el ámbito familiar. Algunos no conducen y por lo tanto, en teoría, no deberían educar ni para bien ni para mal sobre esta faceta. Y digo en teoría porque hay mucho amigo de dar lecciones sin a veces tener los conocimientos adecuados.
De igual forma, puede que haya padres que no circulen en bicicleta, pero por ejemplo lo que sí somos todos es peatón en algún momento del día. Es el pilar, la base de la pirámide y está comprobado. Consigue que tu hijo sea educado correctamente como peatón y seguramente será un ciclista respetuoso y seguro. Y cuando tenga edad para conducir, lo hará respetando las normas y tratando de ser un buen conductor. Y todo con un trabajo que habrá llevado muchos años pero que será muy sencillo, porque simplemente es educarlo a hacer las cosas correctamente.
Sin esto, da igual que nos pongan licencias para conducir vehículos, motocicletas, bicicletas o incluso radicalizando, para ser peatón. Si vas por mal camino, no solo irás tú sino aquellos que te rodean y que sin que te des cuenta, estás sirviendo como modelo. En nuestras manos está. Ni en la de la DGT, ni en la de los políticos, ni la asociaciones ni nadie más. Solamente en las nuestras.
Vía | La Sexta