¿Y si la mayoría de los profesionales no quiere cambiar ni mejorar? ¿Y si la innovación es un esfuerzo de cuatro gatos que no sirve de nada? ¿Y si los cambios de verdad deben ser impuestos desde arriba porque una gran parte de la masa crítica no suele abrazarlos?¿Es por falta de comunicación y participación o hay un gran componente de desidia implicita?
También puede que sean los de arriba los que se niegan a mejorar y a avanzar, para no fracasar, para no perder posiciones, para no quedar en evidencia. Hay momentos en que son los profesionales los que lo piden y todo se queda igual. ¿Hay motivos?
Lo peor es que los que siempre están y empujan, acaban cansados... ¿Llegará el fin de la resistencia al cambio, como decía Toño G. Parada en Siempre en la Nube?