Todos los políticos y los partidos mienten, y si no que se lo pregunten a CiU. Pero nadie ni ningún partido ha llegado a la calidad y cantidad de las mentiras y falsedades del PP, hasta el extremo de que para ellos la mentira ya es algo tan normal que les sale sola, sin tan solo tener que pensar para elaborarla.
En los muchos años en que fui dando tumbos por el mundo tuve que padecer con frecuencia la ineficacia y tremenda burrocrácia de las embajadas españolas. Si a un embajador español se le presenta un ciudadano con un problema serio, lo primero que hace es ponerse a repasar los protocolos desesperadamente, pero lo curioso es que no lo hace para elaborar una estrategia que le permita solucionar el problema planteado respetando las normas, sino para encontrar la forma de evitar el problema, localizar algo en que se pueda basar para soltar el típico “no podemos hacer nada”, no involucrarse personalmente para nada en el asunto y sobre todo y por encima de todas las cosas no incurrir en responsabilidad alguna por acción u omisión.
Cualquier persona que haya puesto varias veces el pie en una de nuestras embajadas sabe que nuestros embajadores están siempre muchísimo más preocupados y pendientes de lo que está ocurriendo en el Ministerio de Exteriores en Madrid que en el país en que se supone que nos representan.
En resumen, la mayoría de nuestros embajadores se limitan a sacudirse responsabilidades de encima y a seguir de cerca el politiqueo del Ministerio. Entonces, ¿alguien se cree, como afirma el Ministro Margallo, que el embajador de Holanda hizo la asnada de Utrecht por iniciativa propia y sin recibir ni tan solo indicaciones de alguien de muy alto rango del Ministerio?, aparte que la cancelación de la presentación en el Instituto Cervantes no fue la única asnada, porque esta burrada central fue acompañada por comentarios agresivos y numeritos en defensa de la verdadera historia de España en otros coloquios sobre el libro por parte de varias personas de la embajada. Si nos creemos que todo esto no es indicativo de una campaña orquestada desde el Ministerio y muy probablemente por el propio Ministro, también nos podemos creer que en Amsterdam la Embajada de España consiste en una fábrica española de chocolate con churros, con cadena de montaje y todo.
Además si por cerrar el consulado a la hora oficial sin atender a los ciudadanos españoles afectados por la bomba del maratón de Boston en el 2013, el Sr. Margallo armó un gran revuelo ordenando el cese del cónsul Pablo Sanchez Terán, aunque después la cosa fue mucho más suave y le aplicaron un simple traslado e incluso lo mantuvieron en Boston casi un mes hasta que le encontraron nuevo destino, ¿por qué ahora calla?, ¿es que provocar un espantoso ridículo español en Holanda no es también grave?. Yo creo más bien que no van a hacer nada porque ¿Cómo van a sancionar a alguien que ha seguido instrucciones?, y si finalmente, debido al posible, pero poco probable por el tema de que se trata, ruido mediático que pueda darse, finalmente el Sr. Margallo decide tomar medidas, seguro que serán aparentes, pero todavía más edulcoradas que las del cónsul Sanchez Terán.
Los engaños y mentiras del PP son tan cotidianos y frecuentes que ya empieza a ser difícil incluso detectarlos porque ya mienten hasta cuando no viene a cuento. En la rueda de prensa formato PP, es decir sin preguntas, en que Ana Botella anunció que no se presentaría a las próximas municipales dijo que “después de tres mandatos” renunciaba a la Alcaldía de Madrid. Que yo sepa ha resultado elegida concejal en tres elecciones seguidas y accedió al cargo de Alcalde porque desgraciadamente Gallardón, el titular, fue nombrado Ministro de Justicia, pero muy a lo PP la señora tergiversa los conceptos para que parezca que ha sido Alcaldesa todo su período municipal, con la intención que los muchos idiotas y desmemoriados se lo crean, sin darse cuenta que de haber sido así, los madrileños habrían sufrido una verdadera catástrofe.
Mientras tanto la circense Sanchez-Camacho afirmaba que “el presidente Artur Mas debe dar muchas explicaciones sobre el caso Pujol, ya que no era ajeno a nada de lo que está pasando”. Estoy totalmente de acuerdo con ella, Artur Mas no era ajeno al caso Pujol, como Rajoy no era ajeno al caso Bárcenas, y debe dar muchas explicaciones en vez de tomarnos el pelo como hizo Rajoy.
Para no ser menos, un asimilado al PP, el Fiscal General del Estado, Eduardo Torres Dulce, el que ha innovado las funciones del fiscal añadiendo la defensa y salida de la cárcel de aquellos que no conviene que sean ni tan solo juzgados, que en la Apertura del Año Judicial, y sin que se le escapase para nada la risa, ha manifestado que “el frente judicial contra la corrupción empieza a rendir frutos”, ¿frente?, ¿corrupción?, ¿frutos?, ¿de qué habla?, no lo entiendo. Es como cuando dicen que España es la campeona de la recuperación cuando batimos todos los records europeos de paro, analizado y visto desde todos los puntos de vista y a todos los niveles. Aunque bien pensado quizás hay una explicación a la incomprensible frase del Fiscal General: da igual que las calles estén llenas de corruptos paseándose como si nada, la mayoría sin haber sido ni tan solo juzgados, una vez han pillado a Pujol, ya han cumplido con sus objetivos, y la Justicia española en general ya ha rendido los frutos que de ella se esperaban.