Revista Opinión

Y sigue y sigue. Grecia (11)

Publicado el 11 junio 2015 por Manuhermon @manuhermon
Esta crisis no sabemos cómo ni cuándo terminará; ahora los negociadores griegos vuelven a pedir una prórroga de varios meses, más allá de la que lograron nada más empezar a negociar y termina este 30 de junio. Ha sido evidente que las políticas de austeridad europeas en un entorno recesivo, bloquearon mejoras posibles, al modo en que lo hicieron en EEUU con políticas expansivas cuyos objetivos eran empleo y crecimiento, aquí hundieron más la posibilidad de reducir las deudas agravando los sufrimientos de millones de personas, fundamentalmente en los países periféricos del euro, pero no solo, ya que grandes bolsas de precariado y trabajadores en países centrales de Europa, empeoran sus condiciones de vida y ven reducidos salarios y derechos. Lo anterior resultaba más sangrante, al comprobar las diferentes políticas aplicadas en EEUU con mejores resultados en general para su población. Los rescates a Grecia han fracasado, no han mejorado deuda ni resituado al país en un punto de crecimiento sostenible, han surtido efecto si la eurozona quería ganar tiempo para consolidar muros de contención de salvación del euro, ahora más fuertes para evitar contagios en caso de Grexit que hace años, también han mejorado la solvencia de los bancos acreedores principalmente franceses y alemanes asegurando la devolución de gran parte de los préstamos. La losa que pesa sobre la economía europea es que los controladores de las instituciones eran los austericidas, fanáticos de políticas de austeridad como forma de crecimiento (sic), en Europa y en España, las opciones políticas defensoras de la austeridad triunfaron en las elecciones, la gente masivamente apoyó a sus verdugos, aquí el PP ganó por mayorías absolutas en todos los rincones. De poco servía tener razón, las opciones teóricas defensoras de otras políticas no consiguieron extender ampliamente sus opiniones y mucho menos implantarlas en fuerzas políticas ganadoras. Y así enfrentamos un dilema que ahora se instala en Grecia. Y en todas partes. ¿Qué podríamos aprender para nosotros? Lo correcto en política, lo útil, lo rentable, es tratar de ganar apoyos para las posiciones propias y al mismo tiempo debilitar la fuerza del adversario, esta forma de hacer choca con la postura de defensa a ultranza de teorías, que debe mantener un intelectual, el cual puede apostar a todo o nada cuando se trata de una postura individual. Pero un político al negociar debe pensar en términos de costes y posibilidades, de fracasos y lucro cesante, -estos meses serán una pérdida de tiempo y un alargamiento de sufrimiento?- siempre debe tener presente conseguir aliados, para ello el fondo de lo que diga y las formas de cómo se comporte, serán importantes. Un discurso inflamado en una reunión con múltiples representantes gubernamentales, podría estar contraindicado, ser poco útil para sumar, si lo que se pretende es encontrar acuerdos concretos que resuelvan problemas concretos. Y  está ocurriendo durante demasiadas semanas, porque no se perciben avances significativos, la firma de acuerdos que sosieguen y permitan desarrollar sus políticas locales a Syriza. Sin duda hay exigencias de unos que estremecen, pero miren por todos lados, no desvíen la mirada de otros aspectos, por ejemplo, hay salarios mínimos y tramos de pensiones griegas, más altos, que las de varios países del euro a los que piden apoyos financieros, que no conceden, claro. Syriza ya acepta privatizar activos públicos, los socios aceptan un déficit más sencillo del 3.5%, mayor superávit primario, el déficit sin contar los intereses de la deuda, lo cual implica menos recortes; también dejaron de hablar de impago unilateral de la deuda, aunque continúa la Comisión Parlamentaria de Investigación, para determinar cuanta deuda privada se convirtió en pública, -¿Para cuándo en España saber las fechorías de las Cajas y sus beneficiarios y cuanta deuda privada pasó a ser pública?- Es cierto que la teoría de juegos podría ser útil en las negociaciones, es cierto que un mejor muro de contención en torno a los problemas de Grecia casi asegura la continuidad del euro en cuánto moneda, a pesar de su posible declaración de quiebra. Aunque también es cierto que muchos analistas creen que una salida de cualquier país, por pequeño que fuera, terminaría por romper la eurozona; es verdad que en estos años se han construido cortafuegos para aislarse ante un default manteniendo Grecia dentro de la eurozona, sin necesidad de expulsarla, aunque también es cierto que los accidentes ocurren, las cosas se descontrolan, y sus consecuencias pueden ser imprevisibles, por lo que muchos analistas, gobiernos, empresas, mercados… elaboran planes para la ruptura que podría tomar formas diferenciadas dependiendo de que sea un default dentro del euro, o una salida negociada, aunque también puede darse una salida abrupta y descontrolada… A pesar de que nadie sabe afirmar qué sucedería el día después de una colisión, una cosa parece clara, la contaminación al resto se producirá, incluso aunque la economía griega represente solo un 2% del PIB de la eurozona. Existirá contagio, porque de hecho, ya se está produciendo, los mercados comienzan a empujar subidas en la prima de riesgo italiana y española que habían logrado acercarse al resto unificando tipos de financiación y ahora vuelven a separarse. La economía griega lleva meses  colapsando, sigue esperándose su famosa falta de liquidez hasta quedarse seca, lo cual es impredecible de asegurar, a pesar de los muchos análisis existentes de reputados bancos de inversión. Los sistemas puestos en marcha en Grecia no son los tradicionalmente considerados por esos analistas. Los griegos llevan meses practicando una economía de guerra, o subsistencia, en la que instituciones, empresas y personas, pasan liquidez al gobierno, las facturas de proveedores van a los cajones sin pagar, el gobierno presiona para que sigan suministrando bienes y servicios, so pena de eliminarlos como futuros proveedores, igual que presiona a fondos de pensiones, fondos de inversión, etc. para que contribuyan comprando deuda y faciliten liquidez, los trabajadores de sectores públicos entregan parte de su salario y/o dejan de cobrar, profesionales sanitarios y educativos ceden salarios igual que los turísticos, arqueólogos, vigilantes, trabajadores sociales y profesionales liberales, no cobran y/o prestan porcentajes de ingresos,… las cifras son difíciles de determinar hay variadas formas de contribución al aumento de la liquidez para mantener el funcionamiento del país que no permiten responder con precisión cuándo será el final.
La debacle política interna tendría consecuencias impredecibles. Syriza sigue manteniendo el mayor apoyo electoral, en torno a un tercio de electores, pero no sabemos cómo reaccionaría la mayoría de griegos que no quiere salir del euro, en torno al 70%, si fracasaran las negociaciones. Tampoco sabemos comportamientos y alternativas que tomarían las diferentes corrientes que conforman el partido, entre las cuales los hay que quieren romper. Tampoco descarten que la situación estallara con salidas raras, una apuesta griega por Rusia, aunque dificilísima por los graves problemas económicos y políticos rusos, quizás ofrecieran apoyo político y financiación a cambio de un compromiso griego de abandono de la OTAN y el retorno al dracma; o ayudas chinas a cambio de consolidar su corredor hacia Europa, lo cual es más probable, sea cual fuere el resultado de la negociación.

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