Con todos tus favoritismos y cada una de tus contradicciones. Con tu voz subida a la cima y tu silencio rogándole al viento que se lleve consigo tus futuros vestidos de ambiciones. Con tu dureza hecha añicos. Con las caricias que me rinden a los pies de tu amplia gama de abanicos.
Y sin embargo, Te Quiero.
Desde esos miedos tan anticuados que tanto te nublan la vista hasta la garra con la que arañas las paredes negras de la que ha sido tu ‘mierda de vida’.
Desde los rincones por los que te escondes para que nadie te Vea hasta las sábanas bajo las que tu piel se desgarra cuando se encuentra con tu mirada.
Un Instante. Un único Instante de Ti es suficiente para que toda la memoria de la Eternidad me ilumine el recuerdo de lo que es el AMOR INCONDICIONAL.
Sé que un día nos tocamos el Alma y ahí nos quedamos. Sé que un día nuestros abrazos nos acunaron. Sé que un día tus labios hicieron temblar mis cimientos dejándome desnuda ante tus besos. Sé que un día jugué con tu fuego y mi frialdad se quemó con la pasión de tus sueños.
Y me deshice por dentro, por fuera y por la entrepierna. Y tuve que tragarme mis palabras libertinas y vomitarte mi orgullo leonino cuando mi corazón se moría si no te escuchaba susurrarme al oído ‘vida mía’.
Lo intenté. Te prometo que intenté huir de tus sonrisas, del olor a inocencia que se desprendía tras el perfume con el que te envolvías de sabiduría, de esas vergüenzas que tanto me enternecían y que tan humana te hacían, de tus subidas de tono que tan a tono me ponían…, de lo firme que pisabas con esos tacones que de dolor te estremecían, de la delicadeza con la que te acercabas a mí para que mis latidos no te huyeran, de esa manera tan bonita de cerrar los ojos que tu cuerpo tenía…
Lo intenté con todas mis fuerzas. Te lo juro. Pero cada vez que te Sentía, una batalla de mi mente se perdía. Hasta que mis argumentos se quedaron vacíos. Hasta que mis excusas enloquecieron. Hasta que te convertiste en el remedio de una enfermedad que antes de conocerte no existía.
Así que me retiré de una lucha que ya estaba perdida antes de empezar a combatirla. Y te fui a buscar. Y llamé a tu puerta. Y me abriste. Y ya no pude volver a salir más.
Por mis venas corre tu Esencia. Por mis lágrimas se mojan tus ausencias…que son tantas… Por mi boca mueren los ‘Te Amo’ que jamás te serán entregados.
Vivo una vida que vive muchas vidas que contigo vivió. Y tú ni siquiera lo sabes. Y tú ni siquiera te acuerdas.
¡Maldito seas Olvido,
que por tu culpa,
Ella, mi Siempre Amada,
no puede Amar conmigo!
Otros brazos te protegen de una oscuridad que te has Creído. Benditos sean, porque aunque no te abriguen los míos, en ellos tu felicidad, tu alegría y tu paz están servidas.
Y con todos los embargos de las encarnaciones en las que nos hemos pertenecido, TE QUIERO, te he querido y te querré, esperando la noche en que tus velos se desvelen y tu Energía Regrese al Hogar que te vio nacer. Que es el mío también.
Te espero en casa.
(Si cuando llegues estoy dormida, Despiértame por favor. Que echo muchísimo de más el echarte tanto de menos)
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