II parte de la historia de la jovencita Epi, por mi mujer :-)
Pues sí. Hacía algún tiempo en el que Epi había empezado a sentir “cosas raras” al ver a un chico del gimnasio. El estómago le daba un vuelco cada vez que le veía, su cara era perfecta, su sonrisa deslumbrante y un escalofrío le recorría la espalda cada vez que pasaba cerca de ella. Se había enamorado. Y aún no lo sabía. Fue su primer amor de adolescencia. Un amor platónico en el que no llegó a pasar nada real. Tan sólo en su cabeza, su imaginación.
Ver la entrada original 783 palabras más