
Un ejemplo perfecto de como un barrio deprimido, de viviendas de protección social en el extrarradio de una ciudad, puede adornarse hasta resultar sumamente interesante.
Se trata de
Bel Air, a las afueras de la ciudad francesa de Chartres.En el año 2008 sus vecinos se pusieron de acuerdo y consintieron en ceder las fachadas de sus casas, a modo de lienzos, para que se plasmasen estos preciosos frescos, cuadros para los que -incluso- colaboraron posando.
Sueño con pintar y luego pinto mis sueñosVincent Van Gogh
Desde entonces Bel Air es un atractivo turístico más en Chartres, junto con su preciosa Catedral
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