Revista Cultura y Ocio

Y tú, ¿cómo decides?

Publicado el 28 octubre 2012 por Eliott

Y tú, ¿cómo decides?
A menudo nos dejamos influenciar por nuestra parte racional a la hora de tomar decisiones otras, sin embargo, dejamos, a veces sin querer, que sea nuestra intuición o instinto quien decida por nosotros. Y es en estas últimas ocasiones en las que solemos acertar eligiendo lo que es más provechoso para nosotros.
¿Cómo puede ser que el raciocinio no nos sea fiel y, en cambio, el primer impulso sea el correcto a la hora de una decisión, de las miles que se nos plantean en la vida?
Bien, lo que llamamos instinto o intuición no es más que todas las experiencias que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida, el cerebro las va guardando aunque nosotros mismos no seamos conscientes de ello. En cambio, cuando queremos utilizar la razón para tomar una decisión, instantáneamente tomamos esa decisión en base a nada y a posteriori queremos encontrar motivos que justifiquen la decisión que acabamos de tomar.
Decimos que pensamos los pros y los contras y comparamos ambas columnas, pero la realidad es que, lejos de buscar de forma objetiva una solución, buscamos motivos para quitar legitimidad a nuestra decisión "emocional".
Por supuesto, me refiero a un caso de decisión en un entorno de incertidumbre, aunque alcanzando cierto dominio de nuestra capacidad de decidir de manera intuitiva también esto es válido en otros entornos de cierta "certidumbre".
Veamos, esas decisiones que valoramos como valientes, no son más que esas elecciones que realizamos basándonos únicamente en impulsos no racionales y que,  por supuesto, van en contra de un análisis racional. No pocas veces estas decisiones son correctas.
Múltiples avances de la humanidad provienen de este tipo de decisiones; pensemos en avances científicos, de pensamiento, deportivos, tecnológicos...
Y tú, ¿cómo decides?Convengamos que la razón únicamente se basa en lo que conocemos y el instinto o la intuición es capaz de extrapolar los resultados que hemos ido acumulando a lo largo de nuestras experiencias y consigue una respuesta a un dilema, pero los mecanismos por los cuales ha llegado a la solución, al menos para mi, son desconocidos, por eso se desconfía tanto de esta manera de tomar decisiones, aunque hayamos comprobado que en muchas ocasiones marcaba el camino correcto.
Por todo esto, de un tiempo a esta parte, intento que mis decisiones sean producto de mis impulsos emocionales. Por supuesto nada es absoluto, pero en múltiples ocasiones posponemos en el tiempo nuestras decisiones por falta de elementos de juicio, esto me parece un error. Quizás en ese momento tenemos los datos necesarios para decidir, pero al identificar la decisión como fruto de una corazonada, la desestimamos.
Prueba a tomar decisiones desde el instinto, obtendrás resultados sorprendentes.
En muchas ocasiones el éxito está detrás de esta forma de actuar.

Volver a la Portada de Logo Paperblog