Y tú ¿cómo tejes? Dicen que cada maestrillo tiene su librillo y yo después de dedicarle a esto del tejer unas cuantas horas también tengo mis trucos para tejer más cómodo y rápido. No es que os vaya a contar la fórmula mágica del tejer, pero son algunas cosas que he ido a prendiendo con el paso del tiempo y la experiencia, y que a mí me funcionan muy bien.
PREPARAR EL OVILLO
Tejer directamente de la madeja, tal y como la compramos no es precisamente lo más cómodo, aunque el truco está en sacar el cabo de la lana del interior y no el del exterior yo prefiero perder 5 minutos en devanarla y hacer un ovillo redondo, igual que si se lo fuésemos a dar a un gato para jugar. Y para que no ande por ahí perdido o se caiga al suelo, lo coloco en un cuenco de cerámica, los hay preparados para tejer, pero yo de momento me conformo con un cuenco como los que utilizo para desayunar. Puede parecer una tontería, pero desde que lo hago no me tengo que preocupar de estar estirando de la madeja cada dos por tres para sacar lana.
AGUJAS DE BAMBÚ VS METAL
Las primeras agujas que me compré eran del chino que hay bajo de mi casa, pero me di cuenta enseguida que no merecen la pena. Son bastante más cortas de lo normal, por dentro estan huecas, acaban doblándose por el peso de la labor y la punta no es precisamente afilada. Después pasé a las de la marca pony, que son de una excelente calidad y deslizan muy bien, el problema es que estas son bastante largas y pesan demasiado. Ahora mismo mis preferidas son las de bambú, porque deslizan igual de bien o incluso mejor que las de metal, no pesan casi nada y son bastante resistentes. El inconveniente es que solamente tengo 4 pares de diferentes números, y hay veces que para el grosor de la lana no me sirven. Las iré cambiando poco a poco.
NO TEJER LO MISMO MÁS DE DOS HORAS
Me juego el cuello a que tenéis más de una labor empezada, yo tengo muchas y para no aburrirme de tejer siempre lo mismo cada dos hora cambio. Suelo dedicarle unas 6 horas al día, sobre todo por la tarde, así que delante de mi sofá tengo un reloj gigante y cada dos horas cambio de labor. Así no me canso de tejer siempre el mismo punto. El color también influye, si llevo mucho tiempo tejiendo un mismo color, procuro cambiar a otro que haga contraste, puede parecer una tontería pero algo tan simple como cambiar de labor y con un color diferente me anima a seguir tejiendo.
CUADERNO DE PATRONES
Hace tiempo que ya no sigo patrones, a no ser que quiera algo especifico. Digamos que ya no me hacen tanta falta y me voy haciendo autodidacta, pero siempre que empiezo una nueva labor en la que me invento yo el patrón tengo a mano mi cuaderno para apuntar todos los pasos, el número de puntos o vueltas que doy o la lana y las agujas que utilizo. Por eso cuando María Wolle me regaló este cuaderno personalizado me puse a saltar de alegría. Es bastante útil porque siempre lo tengo a mano por si algún día quiero repetir esa labor o reinventarla.
A mí desde luego estos trucos me funcionaba a la perfección, cuando saco cuentas del tiempo que he invertido en cada labor lo disminuyo bastante si hago estos consejos que os he dado, y así puedo tejer más, seguro que también os pasa y nunca tenéis suficiente.
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