(... ¡De Manolitaaaaaa!)Es que oye, con tanto término de tribu urbana y rural, yo ya no sé si esto es tan sencillo como simplemente "ser o no ser", porque parece que en el "that is the question" el that se nos complica.Hippies, punks, heavies, skaters, pijis, surfers, rastafaris, góticos, hipsters, modernos, freaks, nerds... Tela, ¿eh? Que casi hay que sacarse un título universitario (ahí lo dejo, amigo Wert, que total, otro despropósito más no desentonaría nada).Yo hasta "góticos" lo tenía todo controlado, ahora, a partir de ahí, ya se me escapa tanta novedad. Y, claro, así no hay quien se ubique. ¿Entonces en qué grupo caigo yo?Pues pensaréis que es una chorrada, que la es, porque el grupo al que pertenezco lo tengo clarinete: al de las madres, bueno, mejopeor, al de las MADRES MAESTRAS (¡Uuuy! Caution my friend!); pero aun así... Yo he hecho un estudio de campo y éstas han sido mis conclusiones sobre las diferentes tribus y yo misma:
Hippie: Me encanta la estética hippie. De hecho, durante un tiempo en que me creí megamoderna, a mi hermana Marta y a mí nos dio por ponernos trencitas en el pelo (pero no todo el pelo lleno, unas cuantas, que queda más cutre) con una bolita al final. De ahí pasé a las típicas faldas largas que se guardaban hechas un nudo, y continué con camisas con dibujos imposibles y mangas acampanadas. Y tan pichi yo, oigan. Algo queda. De hecho, ahora que empieza el buen tiempo, sólo me faltaría ir diciendo "Haz el amor y no la guerra", porque el verano siempre invita a vivir un poco más a lo Woodstock.
Punk: Pues... si haber soñado con llevar el pelo rosa y haberme quedado con antojo de piercing en el labio cuenta, algo de punk también tengo, sí. Sólo subí el primer escalón: piercing en oreja y ombligo, y las crestas se las hago a Rubiazo, que así remato la cara de sinvergüenza que tiene.
Heavy: Algo hay también sí, que con eso de que me vuelve loca la música, he de reconocer que Metallica, entre otros, "¡me mola mazo, tíaaaaa!" (esto màs que heavy me ha quedado pelín choni, ¿no? ¡Anda, otro grupito!). Y que oye, pegar botes en el sofá, tirando la cabeza hacia delante y hacia detrás, a lo Europe en su famoso estribillo: tararantán, tararantatán, tararantantán... It's the final countdown! ¿quién no lo ha hecho y/o lo sigue haciendo? Aunque en realidad, lo que de verdad me da la esencia heavy, es mi manía de siempre de hacer cuernos (he dicho "hacer", no "poner", ojito). Tal cual, ¡qué vamos a hacerle! Y me sigue pasando; es ver una cámara y tener que hacer grandes esfuerzos por controlarme, aunque si es un selfie acaban cayendo.
Skater: Si tenemos en cuenta que cuando he patinado he intentado hacer saltos imposibles (con trompazos de esos que duelen a quien mira), y que es ver un monopatín y sentir la necesidad imperiosa de subirme en él... O robarle el patinete a Pichu y hacer el cabra... Un trozo de mi alma pertenece a este grupo. ¡Es que me gustaría tanto tirarme por una de esas rampas imposibles y volar encima del monopatín! Si no lo hago es porque no me veo capacitada para cuidar a mis dos retoños escayolada del meñique a la boca, que si no...
Piji (que no pija): Bueno, si decir "o sea" e "hija" unas cuantas veces cuenta... Algo debe haber. Eso y combinar la ropa interior con la exterior, adorar el shopping, tener más zapatos que Imelda Marcos y querer darle a todo un toque chic, además de ser fan de los sitios cuquis y la cocina de diseño (bueno, soy una zampabollos, soy fan de cualquier tipo de cocina) hacen, si queréis, que otro trocito de mi alma vaya a parar a esta tribu. Peeero que conste en acta que sería, en todo caso, por el estilo, que no por las formas. Que yo soy más de andar por casa que una babucha de cuadros (con batín a juego, eso sí).
Surfer: Teniendo en cuenta que en mi tierna adolescencia fui fan número uno de los Beach Boys (y no, no era su época dorada, ya andaban machuchitos), que sigo soñando con aprender a hacer surf, que hice bodyboard en mis tiempos mozos y me creí Kelly Slater, que de normal mi melena lleva mechas californianas naturales (de esas que te has currado a base de sol, playa, cero visitas a la pelu y nada de mascarillas... ¡Con lo que yo he sido!) y que me he tragado documentales de surfistas y demás como si me fuera la vida en ello... Yo diría que en otra vida debí ser campeona saltando olas fijo. Everybody's got surfiiiing, surfing USA!!
Rasta: Because I got high, because I got high, because I got high, tararatatata! Mi melena, la surfer, previamente ha tenido unas épocas rastafaris que ya hubiera querido para sí Bob Marley. En un viaje a Mallorca mi cepillo se rompió al intentar peinarme un nudo (mejor dicho: EL NUDO) en la zona de la nuca. Llegué a Valencia y tuve que ir directa a la pelu, porque ni bebiendo acondicionador podía peinarme, no digo más. A parte, adoro el reggae, oh yeah! Getup, standup, standupforyourrights! (Nos va que ni al pelo este estribillo ahora, oye). Y, confieso, siempre quise llevar rastas, he ligado con chicos que las llevaban, y me he quedado con la espinita de pasar noches enteras tocando los bongos (literal, señores, no me vengan a buscar figuras poéticas ahora) alrededor de una hoguera.
Góticos: En la actualidad, mis ojeras perpetuas y ennegrecidas se encargan de darme el aspecto perfecto para poder ser líder de esta tribu. Eso y la palidez propia de toda madre que duerma mal y poco por la noche y desconozca el significado de la palabra "siesta". ¡Ni vestir de negro me hace falta, que la cara lo dice todo! La cruz no la llevo colgada al cuello, va a la espalda, junto con el resto de bultos y trastos con los que salgo de buena mañana. Es que ni Marilyn Manson tiene más esencia gótica que una madre metida de lleno en su papel. Así que, como diría la Panto: ¡Yo soy eeeeesa!
Y hasta aquí mi estudio de campo (y playa). El resto de tribus os las dejo a las madres y no madres de veintitantos, que a mí ya me pillan más añeja y poco se me pega de ellas.
Y tú, ¿de quién eres?
CON M DE MAMÁ y T de Tribus