¡Ríos de tinta se podrían escribir sobre la psicología del color! Así que, no entraremos en ello y nos conformaremos con hacer un charquito de ideas para reflexionar.
El color depende. Y... ¿de qué depende? Además de según cómo se mire, cuando elegimos el color tenemos que saber:
¿Quién es nuestro público?Y no vale decir cualquiera que me compre. Cuanto más duela reducir el círculo, mejor lo estaréis haciendo. Por ejemplo, "hombres". Pues no, no es válido. "Hombres asiáticos que compran los sábados por la mañana lentejas en el Carrefour de Tetuán". Correcto. Así será mucho más fácil identificar el color que va a hacer que ese sector se fije en nuestro producto.