En las últimas semanas me están llegando varios emails en los que de forma bastante directa me preguntar cómo hacer para rentabilizar un blog.
No contesto, ni voy a contestar porque queridas mías, esa no es la actitud.
Un blog se abre por muchas razones, por pasión por escribir, porque te entusiasma un tema concreto, porque quieres compartir tus inquietudes, porque es tu manera de evadirte.
Pero no, no se abre para forrarte.
Un blog (del tipo que sea) requiere mucho tiempo, mucho mimo, mucho cariño, mucho entusiasmo y también grandes dosis de paciencia.
Un blog no triunfa en un día, ni en dos, puede que quizá no triunfe nunca, puede que tengas tus cien lectoras a las que las chifla lo que cuentas y si lo has abierto con buenas razones esa será suficiente recompensa.
Una no hace un blog de belleza y al día siguiente está en el evento de la mejor firma, una no empieza un blog y al día siguiente recibe un paquete inmenso de Guerlain, Lancôme, Dior o Chanel.
Olvidaros de eso, eso pasa, pero después de mucho esfuerzo, mucha dedicación, mucho tiempo (años) y mucho entusiasmo.
Si vuestra motivación es que eso pase rápido, ¡echad el cierre!
Un blog no se hace para copiar los post de las demás, un blog se hace para contar tus experiencias, tus impresiones, tu opinión.
¿Qué ganas con copiar el post de otra bloguera? ¿Más visitas? Irán a tu blog, pero no serán tuyas.
¿Por qué empecé yo mi blog de belleza?
Pues por muchas razones, la primera es que me quede sin trabajo y hace seis años fue justo cuando empezó la crisis.
Mandé mil curriculums y me llamaban para trabajos que estaban a dos horas de mi casa y que eran lamentables.
Acaba de salir de un tema familiar complicado y aunque tuvo final feliz yo no me encontraba bien.
Estaba triste y entre en una depresión, solo estaba a gusto en la cama y sin hacer nada, no tenía ninguna motivación.
Un día Christian me lo propuso y yo rechacé la idea de lleno.
¿Un blog? ¿De belleza? ¿Para qué?
Un día dije que no, al siguiente lo empecé a pensar, al otro ya no me parecía tan mala idea y al siguiente decidí que sería de belleza.
Cogimos lápiz y papel dispuestos a buscarle un nombre, Cosmetik, se llamará Cosmetik!
Me senté delante del ordenador y escribí mi primer post, luego el segundo, el tercero, el cuarto y stop, no más blog.
Todavía no me encontraba bien y no tenía esa motivación de la que os hablaba antes.
Un año, un año tardé en retomarlo y hasta hoy, en diciembre cumplirá seis añitos mí, nuestro niño.
Me quita tiempo y me da preocupaciones, pero es nuestro niño y lo tratamos con mucho mimo.
Gracias a el he vivido experiencias y he estado en sitios donde jamás imaginé estar, gracias a él superé esa depresión, gracias a él tengo una profesión que me encanta y soy mucho más feliz.
Pero no lo conseguí en un día, ni en dos, ni en seis meses, ni siquiera en un año…
Así que no tengáis prisa, haced las cosas con mimo, todo llega y si no llega… pues no era tu camino.
¿Tú por qué tienes un blog de belleza?
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure