Es curioso como de pequeños nos urge crecer. Siempre estamos midiéndonos a ver si hemos subido una rayita en la regleta imaginaria que dibuja orgulloso todo padre junto a la puerta, siempre estamos probándonos los tacones de nuestra madre y pintándonos la boca con labial para ser como ella, siempre nos imaginamos una vida divertida, de posibilidades múltiples donde todo es posible. Ser grande significa eso ¡SER GRANDE! pero...¿cuándo dejamos de crecer?
Hoy-después de largos meses de frío por mi pueblo- hizo un día encantador y veníamos toda la familia dando un paseo de lo más bucólico por el río Bernesga. ¡Cómo extrañaba las flores, el sol…hasta las perlas de sudor que resbalan por la línea del pechillo hasta el muslillo! y en eso -entre el calorcillo y el pajarillo trinando- Critter me preguntó que qué iba a ser de mayor.
-¡Afú! ¡Pero si ya soy mayor!
-No, mamá, cuando crezcas grande grande grande ¿que quieres ser?
Me dejo sin palabras.
Hace mucho no me había planteado que quería ser…
A los 7 años, cuando debido a una mal praxis tuvieron que “dormir” a mi primer perro pastor alemán,Rasputín, juré que sería Veterinaria para vengar a mi perro y curar a todos los animales…
A los 12 años decidí que quería ser diseñadora gráfica y hacer anuncios para la Coca-cola.
A los 13 años decidí- mientras veía ER y me dejaba llevar por los diagnósticos de George Clooney- que quería estudiar medicina.
De eso estaba convencida hasta que a los 17 años me operaron y vi mi propia sangre. Me desmayé y decidí que no podía ser doctora…
Pasé por filosofía, derecho, psicología…Demasiada profundidad, demasiado que estudiar y ya estaba yo suficientemente loca como para atender a otros… ¿y entonces? ¿qué quería ser de grande?
En todos los tests psicotécnicos-esos que te hacen para saber cuál es tú profesión- me salía que era buena para el lenguaje, las letras y que ¡me olvidara de los números y de las cuestiones espacio-temporales!
¡Pfff! ¿Qué iba a ser de grande?
Recuerdo cuando la psicóloga del colegio me preguntó a los 18 años cómo me imaginaba en diez años yo le respondí que casada, con hijos, con una casa y con un trabajo que me gustara mucho.
No me equivoqué…bueno un pequeño error de cálculo porque los hijos llegaron hasta los 30.
Pero hoy esa pregunta cobra una dimensión extraña: ¿qué quiero ser de “mayor”?
Ese momento en que el “proyecto personal” de ser madre ya lo has dejado encaminado y es hora de “emprender” otros caminos…
¿Seré ya muy “grande” para volver? Éste vídeo me hizo pensar mucho…
¿Cuáles serán mis sueños cumplidos en diez años?
¿Y ustedes qué quieren ser de “grandes”?