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Y Winston Churchill robó un salero. Estrategia de diplomacia

Publicado el 16 septiembre 2011 por Carolus @n_maquiavelo
Un buen diplomático, suponiendo que fuera hombre, era el que se equivocaba de habitación de hotel, pillaba a una mujer estupenda desnuda en la ducha y decía, dándose la vuelta: perdone caballero, me he equivocado de cuarto. 

Y Winston Churchill robó un salero. Estrategia de diplomacia

Winston Churchill. Diplomacia y estrategia


Contaba Los Angeles Times en 1982 una curiosa anécdota de Churchill que he visto en otros muchos anecdotarios donde también se ve lo que es la diplomacia:
En una recepción de la Commonwealth británica, plagada de altos dignatarios de los países miembros y donde los británicos, que eran los anfitriones, cuidaban hasta el más mínimo detalle para que todo el mundo estuviera cómodo sin regatear en lujos, el jefe de protocolo, evidentemente azorado, se dirigió a Churchill pidiendo hablar a solas. Salieron a la sala contigua y allí le contó que había visto a un alto cargo político de un país extranjero robar uno de los carísimos saleros de plata de la mesa y metérselo en el bolsillo del pantalón.
Churchill fue discretamente a la mesa y escondió en su bolsillo el pimentero, que había sido fabricado a juego con el salero y que también tenía un valor muy elevado. Pacientemente esperó al final de la cena, donde hubo que sacar otros salero y pimentero, y cuando ya todos se levantaban se acercó discretamente al ladrón y le dijo con voz queda al oído:
- “Señor, esto se pone feo, nos han visto, creo que lo mejor es que devolvamos los dos los saleros antes de que tengamos un grave incidente” -depositando a continuación el pimentero sobre la mesa.
Instantes después el político ladrón dejaba el salero igualmente sobre la mesa. Eso es diplomacia y saber decir las cosas sin ofender.  También le puede interesar: Manual de Cortesanos

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