Por qué la tercera parte
Bueno, pasó lo siguiente: un comentario de una bloguera amiga (La cajita de musica) me hizo pensar cuando escribió "...siento que faltan líneas en el dibujo... Creo que los tres agentes están interrelacionados". Y cómo negárselo! por supuesto que faltan líneas! y por supuesto que los tres agentes (mamá, papá y bebé) están interrelacionados! Si no fuese así no podríamos hablar de una verdadera familia.Para los que están apenas comenzando a leer les cuento que este post viene de otros anteriores: "Y yo qué?"... El papá excluido" y de "Y yo qué?"... El papá excluido II parte" . Así que si no los leyeron aún, pasen por ahí un momento que los espero con el resto del artículo.
Aclarando conceptos
Listo? Bueno, entonces sigamos. Voy a empezar a delimitar algunos conceptos para lograr más claridad. Cuando hablo de CRISIS en la pareja, no hablo en el sentido de que todo está perdido, sino más bien de que se ha presentado, al nacer el bebé, la oportunidad de CRECER COMO PAREJA. Si una pareja omite asumir los cambios y finge que las cosas siguen como antes, en realidad está perdiéndose una verdadera oportunidad de crecimiento y consolidación. Así que no se asusten ante la palabra crisis. Más bien siéntanse desafiados... una vez que pase, serán más fuertes! En segundo lugar, cuando me refiero al nacimiento de un hijo como hecho generador de esta crisis y a la posibilidad del sentimiento de exclusión que se genera en el padre, me refiero al primer hijo. Porque es con el primer hijo cuando la pareja se convierte en familia. Y la crisis está dada por no saber/no entender cada uno de los miembros de la pareja cuál es su rol, su actividad, su forma de relacionarse en estas nuevas dinámicas. La crisis pasa por descubrir cómo pasar de ser mujer/hombre a mamá/papá, y luego cómo coordinar ese ser mamá/papá con ser esposa/esposo. Y en tercer lugar, cuando hablo de no-reciprocidad, no quiero avalar a la mujer en una postura egoísta de recibir sin dar nada a cambio, sino que quiero alertar a las mujeres de la posibilidad que existe de que, en esos primeros tiempos de "puerperidad" es muy factible que no cuenten con recursos como para cubrir todas las áreas que cubrían antes. Así mismo concientizar a los papás de que es una etapa de esfuerzo en el que se requieren cosas extraordinarias de ambos miembros de la pareja, que si la mujer no está tan disponible para él, no es por elección propia, sino por falta de tiempo y energía, en pos de la fundación de una familia, y fundamentalmente que no es algo permanente ni definitivo. El bebé, temporalmente demanda de su mamá sin dar nada a cambio y, temporalmente también lo hará la mamá respecto del papá. Excepciomalmente la crisis puede no existir cuando ambos miembros de la pareja cuentan con la madurez emocional suficientes como para identificar a priori sus nuevos roles y entregarse a ellos sin cuestionarlos.Las lineas que faltan
Con relación a las lineas que faltan en el dibujo, las mismas irán apareciendo paulatinamente, y más pronto mientras más pronto hayamos adoptado la nueva dinámica. Con el tiempo la reciprocidad volverá a la escena, junto a la gratitud de una mamá que recibió el suficiente apoyo y comprensión de su pareja, para poder asumir sin culpas la recién estrenada maternidad. El hijo comenzará a dar, mamá recuperará tiempos y espacios de uso personal y para compartir en pareja, y papá volverá a recibir. Pero este es el resultado, no el comienzo del proceso. Si me lo hubiesen dicho antes de tener un hijo quizás me hubiese ayudado, o quizás hubiese creído que nosotros como pareja estábamos exentos de ese riesgo. Cada uno encuentra solo lo que busca, y la experiencia propia es muchas veces más útil que mil consejos. Me limito a aportar las respuestas que yo encontré en mi maternidad, por si alguien se está haciendo las mismas preguntas.Un abrazo!