[Este vídeo reproduce los escasos 26 segundos que ayer dedicó Canal 9 al la noticia de la imputación de Camps por el asunto de los trajes que el Tribunal Supremo ordena reabrir. La velocidad de la locutora me recuerda a Urdaci]
Estos últimos días muchos aguantábamos la respiración ante lo que estaba anunciado para ayer: la decisión del Tribunal Supremo sobre el archivo de la causa contra Camps por el tema del regalo de los trajes. Previamente, Rajoy ya había descubierto su juego: Camps será el candidato digan lo que diga la justicia, toda una declaración de principios y ética política.
Y el TS ha emitido su veredicto: la causa contra Camps debe reabrirse y deben seguir las investigaciones para juzgar, con jurado popular, al Presidente de la Generalitar por un presunto delito de cohecho pasivo impropio. Parece evidente que los indicios de corrupción son apabullantes y, además, empieza tomar cuerpo algo que el PP niega: la financiación irregular del partido en las elecciones del 2007, tal y como ha puesto de manifiesto un reciente informe de la Agencia Tributaria.
Mi opinión es que Camps no puede seguir siendo ni un minuto más el Presidente de la Comunidad Valenciana, es decir, tendrá que dimitir, aunque sólo sea por reirse de los Tribunales. Sin embargo, mucho me temo que en esta huida hacia adelante, en lugar de irse a su casa, Camps convoque elecciones anticipadas para trasformarlas en un plebiscito popular a su persona.
Pero la jornada de ayer nos dejó otros acontecimientos que no pueden obviarse en esta bitácora. Me refiero al plan de ajuste económico anunciado ayer por Zapatero en el Congreso de los Diputados. No se si puedo decir algo que a estas alturas no se haya dicho ya desde los órganos de dirección de EUPV y de IU: no nos gustan estas medidas o, quizás, nos hubieran gustado más otro tipo de ajustes.
La desaparición del " cheque bebé" queda en pura anécdota, y debe ser una de las medidas sociales más efímeras de la historia de España. Pero la congelación de las pensiones y la reducción de los sueldos de los funcionarios pueden colocar al gobierno a un paso de la huelga general, pues pocas veces habrá habido tanto motivos juntos para convocarla.
Pero hay una medida que duele y duele mucho: se elimina la retroactividad en el cobro de las prestaciones derivadas de la Ley de Dependencia. Ahora, después de haber criticado al Gobierno valenciano por aplicar dicha retroactividad, después de haber conseguido que los Tribunales dieran la razón a los reclamantes, viene este jarro de agua fría.
Aunque aceptásemos como hipótesis la necesidad de reducir el déficit (algo que no está ni mucho menos demostrado que sea lo correcto en estos momentos), las personas que tenemos planteamientos "de izquierda" consideramos que también se debería actuar sobre la partida de ingresos: aumentar los impuestos de las rentas más altas, acabar con los beneficios fiscales de las SICAV (refugio legal de las grandes fortunas que no tributan), gravar las ganancias especulativas e imponer una tasa a las transacciones financieras.
Terminaré por hoy dando la enhorabuena a los hinchas del Atlético de Madrid por el trofeo europeo conseguido anoche y dejaré para otro día el rocambolesco procedimiento contra el Juez Garzón.