El comienzo de los atardeceres a horas mucho más tempranas, los días lluviosos, las hojas que comienzan a secarse en los árboles, el frío que recorre los rincones de la ciudad... lo envuelve todo en un ambiente espeso, literario y precioso.
Cada otoño saco mis bufandas del armario con la alegría de un niño pequeño, adoro las bufandas, la lana calentita, el calor y cada año, también, me propongo una serie de objetivos que cumplir durante todo el curso:
1. Estudiar más...2. Correr dos veces a la semana...3. Llevar al día el blog..4. Leer cada día al menos 20 páginas...5. ¿Cumplirlas todas?
Lo cierto es que apenas lo cumplo pero bueno la intención siempre está ahí.(shh, no me mintáis, a vosotros os pasa igual)
Este año, entre muchos otros objetivos, tengo pendiente dedicarle mucho más tiempo a leer. A encontrarme leyendo. Creo, al menos eso me ha pasado a mi, que cada circunstancia de la vida, cada edad, cada momento clave en que nos encontremos va acompañado de un tipo de libro, de un género o autor.
Este curso, lo emprendo lleno de ganas de leer a grandes clásicos, libros llenos de tiempo, de ingeniosidad y de paciencia. Este es mi objetivo. Hay libros que solo pueden leerse cuando estás realmente preparado para saber apreciarlos y ha llegado mi momento. Éste es mi objetivo.
¿Y el vuestro? Contadme.
¡Bostezos!