Revista Salud y Bienestar
Muchos profesionales sanitarios de Madrid llevamos años sintiéndonos así, dando pedales sobre un sistema que nos maltrata y cuya gestión no consigue arreglar ninguno de los problemas atávicos (sistema de receta trasnochado, burocracia, informes, partes, mala coordinación y falta de comunicación dentro del sistema, desmotivación profesional, falta de incentivos reales y de cultura de la excelencia, ineficiencia, saturación, listas de espera...). ¿Quién responderá por la mala dirección del barco? Algo me dice que cuando el Titanic sanitario se hunda, serán la tripulación y el pasaje los que se hundirán mientras unos pocos directivos escapan en los botes a la sanidad privada. Ningún capitán se quedará en el puente de mando.
Menos mal que José Mota se acuerda de nosotros.