Eso dice Chiquinini, que ya no tiene pies viejos y ya no le duelen. Y es que ha estado un día entero cojeando. La víspera no quería andar porque decía que le dolían los pies. Cuando ese día seguía insisitiendo en lo mismo no le dimos importancia. Movía el pie perfectamente si se lo tocábamos y demás. Pero empezó a no apoyar el pie derecho y a cojear. Le observábamos y no se le olvidada: mientras jugaba o hacía cualquier cosa, nunca apoyaba ese pie. Así que nos pareció que era un dolor real.
Qué difícil debe ser el ser pediatra y diagnosticar a personitas que no hablan y si lo hacen te cuentan lo que les parece.
Chiquinini decía que le dolían los dos pies, aunque solo parecía molestarle de verdad uno. No tenía inflamación, ni nada a simple vista, aunque el pie "malo" estaba un poco más caliente que el otro.
En fin, puede ser sinovitis, nos dijeron. O tendinitis.
Pero al día siguiente Chiquinini estaba mucho mejor y al final del día corría tan ricamente y me decía: "mamá, ya no tengo los pies viejos; ya no me duelen".
Si alguien lo entiende que me lo explique.