Revista Opinión
Hay que encontrar una palabra que defina esta necesidad ineludible de dialogar en este país.
No sé, de verdad, cómo se puede inventar una palabra para que todos los que se dedican a la política entiendan de política.
Comienzo a elucubrar y escribo apediapoli, apeldialogpoliti, apelardiáligopolítico.
Llegado este momento, tomo un respiro y las pronuncio una a una y cuando llego a la última noto que casi me quedo sin aire.
Pero me empieza a gustar apelardiálogopolítico.
Más adelante, la borro y pienso que todo lo que suena a político, es una tontuna.
Resulta que a los políticos lo único que les interesa y quieren es lo suyo y lo suyo es el voto y el voto es muy personal.
Así es que creo que todo esto se puede meter en un pozo, que sí que existe una definición: mi gozo en un pozo.
Pozo, normalmente, sirve para sacar agua, pero ya casi no tenemos agua.
Con lo que mi idea de inventar una palabra para apelar al diálogo, para resolver problemas políticos, ya no tiene ningún interés.