Ya todo está inventado – Creatividad y negocios

Ya todo está inventado es una frase falsa, absolutamente perjudicial y, para colmo de males, muy difundida.

Pareciera que prácticamente todo lo que se desea se consigue por rebuscado que sea. Pero si nos fijamos bien, lo anterior no implica que hayan dejado de aparecer a diario miles de productos innovadores para atender las cambiantes circunstancias de la vida moderna.

No es sino ver los programas de televentas para darse una idea de la capacidad creadora e innovadora que tienen las empresas.

No hay una sola actividad humana que no se esté actualizando, modernizando o adelantándose al futuro y a veces a pasos agigantados.

Algunas áreas como la medicina, las comunicaciones y la informática parece que avanzan más que otras, pero podemos estar seguros de que ninguna labor se quedó estancada en el tiempo.

El mundo académico tiene la oportunidad y la responsabilidad de estimular en sus estudiantes la creatividad para que unan los conocimientos recibidos con la realidad y puedan salir a ofrecerle al mercado novedosas propuestas.

Los inventores y los empresarios innovadores se caracterizan por ser excelentes observadores de la vida corriente y son quienes de manera oportuna van descubriendo nuevas posibilidades para servir a sus clientes brindándoles, si no algo totalmente nuevo, un producto o servicio mejorado, para obtener a cambio grandes ganancias.

No todo está inventado, por el contrario, faltan muchas respuestas a innumerables necesidades.

Ser observador y saber escuchar son dos cualidades que pueden ayudar a encontrar esas necesidades insatisfechas, que a veces hasta uno mismo tiene.

Cada queja de los demás esconde un mundo de oportunidades para el empresario creativo.

Ya sea partiendo de lo que ya existe o creando algo de la nada, los empresarios creativos siempre nos sorprenden con sus inventos.

Un buen ejercicio para estimular la creatividad es preguntarse a sí mismo y escuchar a los demás; salir al mundo a observar lo que está sucediendo, ir a la calle, revisar el hogar, la oficina o el taller y tomar nota de las cosas y métodos que podrían mejorarse y hacerse más fáciles. Ahí está el inicio de una nueva creación.

La creatividad y el liderazgo van de la mano, los líderes son personas capaces de ver soluciones donde los demás solo ven problemas.

Si usted es de los que a cada problema le encuentra varias soluciones, seguramente podrá ser un empresario líder, un ganador.

El optimismo es la segunda cualidad que acompaña la personalidad del emprendedor creativo, pero sin dejar de lado el realismo que exigen los negocios.

El optimismo es enfrentar los problemas con alegría, es hallarle el lado bueno a las dificultades, es explorar salidas y encontrar soluciones.

Si algo es novedoso, pero no es práctico, no sirve.

Muchos inventos no pasan al mercado porque no son de fácil uso, descomplicados. Sin esas cualidades no podrán pasar del laboratorio al uso diario.

Una manera de poner en juego la creatividad es escribir las primeras diez formas de mejorar nuestro trabajo, este ejercicio es muy interesante.

Absolutamente todo es mejorable, su negocio, su vida, sus amigos, sus métodos, sus clientes…

En los negocios hay que estar en una mejora continua o se va directo al fracaso.

Párese de cabeza si cree que todo está al revés. Hay múltiples respuestas para cada problema. Si no haya la respuesta, invéntesela. Sea crítico con sus propios paradigmas.

Dése la oportunidad de ver las cosas de diferente color. Mírelas desde distintos puntos, reflexione sobre ellas en distintos estados de ánimo.

Dude, cambie, sugiera, quizás descubra un lado de las cosas que nadie había visto, la creatividad es un reto apasionante, lleno de recompensas para quien da en el blanco.