El adolescente se caracteriza por una "abulia, desgana y fatiga general" cuando está en casa y una energía increíble cuando está fuera. Una respuesta del digigente vástago, repetida hasta la desesperación de los padres. es el: "¡Ya voy,"!, "¡Voy!", "¡Ya va!", "¡Un momento!" cuando se le llama para que acuda a la mesa a cenar y está en su cuarto "haciendo sus cosas". Esta situación se eterniza hasta que los padres pegan un chillido o amenazan con clausurar el ordenador, entonces el "pájaro" en cuestión aparece con la rapidez del rayo.
Hoy les muestro un vídeo pero con la situación contraria. Unos padres que llaman a su hijo "¡A comer!" y, éste corre raudo y veloz sin rechistar. Ya les gustaría, a la mayoría de los padres, que su adolescente fuera tan diligente como este mequetrefe que ven a continuación