Yamaguchi y el ideal de Zaccheroni

Cada cuatro años muchos nos preguntamos, ¿Será Japón capaz de dar la sorpresa en el Mundial? Los samuráis azules son una selección que a la mayoría de gente le gusta ver por su juego alegre, asociativo, táctico, por su gran esfuerzo y sobre todo porque nunca se rinden. Lo negativo es que siempre les falta dar un paso definitivo y nos deja un gusto amargo cuando caen en los cruces directos.
En Brasil nos volvemos a preguntar por qué tienen una selección con unos mimbres interesantes. Todos somos conscientes del potencial de la escuadra nipona, jugadores destacando en las grandes ligas europeas como Honda, Kagawa, Okazaki, Nagatomo…o veteranos de gran peso en el equipo cómo Kawashima, Hasebe o Endo. Además en este Mundial, Zaccheroni ya trae a la que será la base del futuro con jugadores del 89 y 90; Kiyotake, los dos Sakai, Saito, Osako, Kakitani o Yamaguchi. Y es para este último a quien se van las siguientes líneas.
Para el gran público, el nombre de Hotaru Yamaguchi le sonará a poco o nada, pero para Zaccheroni es la solución a un problema que estaba teniendo, el equilibrio. Hasebe-Endo ha sido una pareja mítica en Japón y siempre ha funcionado en las grandes citas, pero todo hace indicar que en Brasil la pareja titular será Hasebe-Yamaguchi. Zaccheroni ha visto que con Hasebe-Endo tiene más juego, pero el equipo se parte fácilmente y eso es lo que no quiere en la gran cita.  Así, con Yamaguchi, Zaccheroni libera a  Hasebe, que tendrá más libertad de movimiento dejando al primero la tarea de ser el medio centro defensivo del equipo.
El centrocampista del Cerezo Osaka es un medio centro solidario, tácticamente muy bueno y sobretodo, cómo buen asiático, muy disciplinado, llevando las premisas del entrenador a su máximo esplendor en el campo. Yamaguchi, en Japón, hace la tarea de 'Stopper'. Es el centrocampista más retrasado para cubrir subidas de laterales y cubrir los espacios dejados, coberturas. En definitiva, ser la escoba de Japón. No es un jugador con una gran envergadura, ni un físico, a simple vista, portentoso. No obstante esto, es un auténtico atleta, incansable en su esfuerzo, siempre está en la ayuda, en el corte y su presencia ayuda a su acompañante en el doble pivote liberarse en ataque.
Si hay una cosa a destacar de Hotaru es su rapidez al repliegue, es una bala bajando. Recupera la posición muy rápido. En ofensiva, por su parte, es un jugador sencillo. Zaccheroni no le pide mucho en creación, más a Hasebe o Endo, pero es un jugador con buenos apoyos en salida de balón, capacitado para filtrar pases entre líneas o cambiar el juego de banda a banda. Los que lo han podido ver en su club, sabrán que realmente tiene mucha llegada de segunda línea, en 2013, siete goles en 42 partidos. Una habilidad que también podría explotar, pero Zaccheorni lo quiere más posicional y realmente, Japón lo está notando. Más sólida.
En las próximas dos fotografías mostramos dos acciones importantes para entender el papel de Yamaguchi en Japón. El retroceso que hemos hablado. Siempre llega el primero de la línea de medios y siempre atento a cualquier ayuda.

Salida de balón. Apoyos en corto haciendo coberturas a subidas de laterales. Hasebe, liberado, puede jugar más avanzado para poder generar juego en alturas más cercanas al área.

Esto es solo un elenco de situaciones. Otra situación es en presión de Japón. En este caso es él el avanzado. Su físico y condiciones hacen que Zaccheroni lo envíe a presionar a líneas muy avanzadas, sabiendo que su posterior retroceso será muy bueno para el equipo si el rival supera la presión.
Presiento que para los que no lo hayan visto nuca jugar y le fascine el fútbol táctico, le encantará este jugador. Para muchos será una aparición y para otros la consolidación de él en la selección. Hotaru Yamaguchi, recuérdenlo.