Revista Sociedad

Yamaha ¿el último mohicano?

Publicado el 30 marzo 2011 por Lacaraoculta
Yamaha ¿el último mohicano?Otro tema sobre dignidades, sobre dobles morales, sobre la estupidez humana, sobre ¿que nos está pasando? O tal vez, sobre verdades incomodas, que más da. El hablar de Yamaha, es tan simple como la proximidad. No tengo vínculos con esa empresa, ni directos, ni indirectos, podría haber sido Derbi, Valeo, Laer, Nissan o... Proximidad, porque veo a diario esa planta, con su pancarta, como muchas otras, podría ser cualquiera, será cualquiera.Ayer, sin ir más lejos, veía un programa en televisión, donde se analizaba el día después de una serie de trabajadores, que en su día pasaron por lo que en estos momentos pasan los de Yamaha. La protagonista principal, trabajaba en una multinacional, aparte del problema de quedarse sin trabajo, se leía en su cara la decepción, el fracaso, el mal trato, porque ante todo –pienso- tratamos a personas, con nombre y apellidos, con número de la seguridad social, número por otra parte, será sustituido por otro de "segunda división" si no encuentras nuevo trabajo en el tiempo previsto. Todo son cifras –la mayoría de veces falsas- factorías que emulando a los grandes circos, trashumantes, nómadas, hoy están aquí y mañana allí, concebidas milimétricamente para ese menester, desmontables, como un mecano ¿Dónde está el amor a la marca, a la firma, a la empresa? Y no hablo ahora de trabajadores, si no de empresarios. La respuesta es evidente, eso ha dejado de existir, no sirve para nada, lo unico que interesa son las cifras, las cuentas de resultados. Grandes grupos, que son capaces de fabricar con el mismo capital, la pistola y el muerto, el café y la leche o la esperanza y el desconsuelo. Todo está permitido.Esa mujer, la del programa, contaba como su empresa, se trasladaba a Hungría por motivos de "economizar" salarios, eso sí, después de comentar que el suyo, era entre 1.100 y 1.200 euros. Por favor, basta ya de mentiras ¿a quién quieren engañar? Los tiros van por otra parte. ¿Presión fiscal? Por ejemplo ¿Altas cuotas de la S. Social? Por ejemplo¿Nula presión en cuanto a fenómenos medioambientales?Por ejemplo. ¿Justifican 200 euros un traslado? Esa es la diferencia entre el salario –hoy- de un Húngaro y un trabajador español.El mundo al revés. Barcelona, la ciudad europea con más motos, Yamaha, con un circuito a tiro de piedra donde sus pilotos oficiales deleitan a seguidores y banqueros. Barcelona, Cataluña, que en el siglo pasado fue pionera en ese ramo, Marcas Campeonas del Mundo, en todas las categorías, emprendedores, burguesía que invertía su dinero en proyectos industriales, otros simplemente eso, emprendedores, Derbi, Sanglas, Montesa, Bultaco, entre otras ¿qué importancia tiene eso? Ninguna. Lo que se come en Europa, se manipula en Asia, se vende en África y se caga en América. Globalización le llaman a semejante idiotez.Y hablando de dignidades, leo en la prensa, que ayer el Comité de Empresa de esa Yamaha de la que hablaba, presenta ante los juzgados, una querella contra la dirección de la multinacional, por un supuesto delito de descubrimiento y revelación de secretos. Que inmoralidad, que malas artes.En fin, el trabajador, el que así se consideré, debe ir pensando en globalizaciones, invertir en vivienda “móvil”, aprender todos los idiomas del mundo e ir desplazándose por todo el globo terráqueo, tras la multinacional de turno, en busca de sustento. Eso sí, hacerlo rápido, los mayores de treinta y cinco, lo empiezan a tener crudo.Creo, que deberíamos empezar –los consumidores- a valorar este tipo de cosas y comprar, concienciarnos, de lo que debemos o no comprar. Si nos queda dinero para ello, claro. Os deseo suerte.Yamaha España, todo empezó así.

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