ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.Sin duda 2020 ha sido generoso a la hora de ofrecernos nuevos discos que nos hicieran un poco olvidar una pandemia que nos ha cambiado completamente la vida a todos los niveles. El mundo musical se ha visto seriamente afectado con la práctica totalidad de los conciertos suspendidos, lo que ha causado un enorme perjuicio a los artistas puesto que hoy por hoy el directo es su principal fuente económica y todo apunta que esto seguirá así hasta finales de este año o principios del 2022.
Sin embargo y a contracorriente, nos hemos encontrado con artistas que han arriesgado en un año tan complicado y han decidido no retrasar sus nuevos trabajos. Es el caso que nos ocupa con Yelle que después de seis años vuelven a presentar un álbum nuevo.
Parece mentira pero el proyecto de Julie Budet y Grand Marnier lleva ya 15 años funcionando con muy buena salud desde aquel rompedor álbum “Pop Up!” en 2007, que les dio a conocer no solo en Francia sino a nivel internacional. El descaro de su cantante, el sentido del humor, las letras ácidas, un electropop cargado de bpms y el negarse a cantar en inglés (cuando se había convertido en norma en el pop francés de esa época), además de una estética exagerada, fueron sus señas de identidad.
Yelle demostraron que se podía hacer pop electrónico en francés y tener un considerable éxito. Con su siguiente álbum “Safari Disco Club” (2011) perfeccionan su sonido ofreciendo un disco mucho más trabajado que, aunque es continuista de su debut, ofrece una paleta de sonidos y arreglos perfectos para que la pista de baile no decaiga nunca con unas muy presentes percusiones que se iban a integrar de aquí en adelante perfectamente en su sonido.
Gracias a un tour que realizaron como teloneros de Katy Perry y un remix del tema “Hot 'n' cold” que realizaron para la misma, el productor Dr. Luke (Kesha, Katy Perry, Miley Cirus, Nicki Minaj, etc) los contacta y acuerdan la producción del siguiente álbum “Completement Fou” (2014), donde intentan meterse más aun en el bolsillo al público americano con un álbum que incluye algún que otro trallazo pop en forma de single, pero que en general tiende más al medio tiempo y revela un lado más romántico del grupo.
Tras este disco el grupo permanece activo, pero el nuevo álbum se hace esperar, empiezan a lanzar una serie de singles que suponíamos serian adelanto de un nuevo disco largo. Así salió en 2016 la agridulce “Ici et maintenant”, seguida en 2017 de la divertida “Interpassion” y “Romeo” que juega con sonidos house noventeros y que es sin duda la mejor de esta serie de singles sueltos. Finalmente lanzan en 2018 la petarda y bakaladera “OMG!!!” y todas estas canciones terminan recopiladas en un ep llamado “Bops” que se publica ese mismo año.
Ciertamente se veía al grupo con una cierta falta de dirección; cada canción incluida en este último ep era de un estilo completamente diferente a las demás. Era como si Yelle estuvieran intentando disparar en varias direcciones con el fin de encontrar la canción que les marcase el camino a seguir mientras seguían con sus giras, pero sin disco largo nuevo. Por eso tras esta etapa un tanto irregular, sorprende la coherencia de su nuevo álbum. Pasamos a analizarlo.
ANÁLISIS DEL DISCO.1. “Emancipense”: El álbum empieza con fuerza con una canción que mezcla contundentes percusiones con sonidos de deep house, que pueden recordar a esos remixes de finales de los 90 y principios del 2000 de gente como Todd Terry o Marshall Jefferson. El resultado es un absoluto trallazo que no deja indiferente. Además utiliza una fórmula que, aunque es difícil ejecutar con acierto, cuando se consigue el resulto es óptimo: el realizar pequeñas variaciones dentro de un ritmo o una melodía repetitiva e hipnotica, que es la fórmula que patentaron Kraftwerk en su etapa de mayor creatividad en los años 70 y principios de los 80. “Emancipense” habla de como expresar a través del baile lo que no nos atravemos a hacer en situaciones más normales, consiguiendo así una verdadera liberación.
2. “J’veux un chien”: Es uno de los temas que sin duda ha conseguido una mejor reacción por parte de los fans. El tema juega con la ambivalencia entre un animal de compañía y un amante con ingeniosos juegos de palabras. Uno de los puntos fuertes de Yelle es su capacidad para retorcer el lenguaje con humor y sarcasmo, así con frases que suenan casi iguales (j’veux un chien, un animal / j’veux un chien un ami male) consiguen significados completamente diferentes. Si a un estribillo tan adictivo le añades una superposición de sintetizadores envolventes y esos coros tan caracteristicos de Yelle, el resultado final es el primer gran tema del álbum.
3. “Je t’aime encore”: Fue uno de los adelantos del álbum y es una canción que empieza de forma reposada y con una cierta melancolía, aunque ese piano un tanto triste que va construyendo un tema al que se le añaden una serie de matices que lo hacen más interesante. Sin embargo, se queda en un medio tiempo que no llega a explotar; supongo que para eso están los numerosos remixes que se han hecho de este tema. Nuevamente Yelle juega con los paralelismos. Por un lado esta canción puede ser interpretada como el trascurso de una relación sentimental complicada, pero más bien Yelle hablan de la sensación de incomprensión que sienten en Francia, donde su éxito es bastante limitado en comparación con el que cosechan en otros países a lo largo del globo con sus interminables giras.
4. “Karate”: Al igual que en “Emancípense” se trata de un tema ultra repetitivo que utiliza pequeñas variaciones en su sonido sobre un ritmo techno machacón adornado con potentes percusiones. La letra de la canción se limita a una sola frase que puede parecer poca cosa, pero que en mi opinión aumenta la efectividad del tema. La frase “ton kimono est un pijama” hace referencia claramente a las redes sociales y como la gente se envalentona en ellas para lanzar toneladas de odio mientras está sentado delante del ordenador en pijama. Lo que viene a decir “Karate” es que en un cara a cara toda esta gente no tendría ni una pizca del valor que parecen demostrar por las redes. Una canción muy bailable y efectiva, frenética, hipnótica y excesiva. Absoluto minimalismo y simplicidad que termina siendo memorable. La canción ha contado con un video un tanto rayante donde un karateka parece estar en un estado de trance bajo los efectos de alguna droga, mientras vemos a Julie Budet vestida al estilo ninja en un paisaje montañoso.
5. “Menu du jour”: La primera parte del disco acaba con un tema algo más convencional que el anterior. En esta canción una sutil base electrónica se mezcla con algunos sonidos arabescos creando un tema bastante sensual que sorprende por lo inesperado de los cambios de ritmo y esa melodía circular que consigue que el tema no pase desapercibido y sea absolutamente reconocible. Una placentera píldora pop.6. “Mon beau chagrín”: La segunda parte del disco empieza con este curioso tema que en realidad es una adaptación de la canción “Picture of departures” de Tony Himas. En la canción Julie recita simplemente el que podría ser el itinerario de conciertos de su última gira haciendo hincapié en que es el público el que hace posible que ellos estén alii. Un tema curioso que es una buena introducción a la segunda parte del álbum.
7. “Vue d’en face”: El tema comienza con un curioso tintineo saltarín que nos introduce en una curiosa trama donde pareciese que nos estuvieran contando la historia de un fantasma condenado a vagar por una casa y a ver el día a día de su antiguo compañero. Yelle consiguen tratar un tema duro como la muerte y envolverlo en melodías de pop electrónico que en algunas partes se hacen más intensas con varias capas de sintetizadores actuando a la vez. El resultado es óptimo y nos demuestra la gran carga imaginativa del grupo a la hora de plantear temas para sus canciones, al tiempo que ofrecen esas dobles lecturas habituales en ellos; este podía ser un tema sobre la muerte, pero también una relación donde una de las personas vive simplemente a través del otro y no tiene ninguna iniciativa.
8. “Noir”: Podríamos calificar “noir” de una canción sobre el hartazgo donde llega un momento en que ya no te importa nada y decides romper con todo lo anterior. Aquí nuestra protagonista decide cambiar completamente de actitud dejando a todos perplejos. En cuanto a la instrumentación, aquí las percusiones vuelven a tener un gran protagonismo dándole mucho más dinamismo a la canción, que por otro lado es muy pegadiza y bailable con un pequeño toque ochentero.
9. “Peine de mort”: Está claro que el tema de la muerte da bastante juego y en “Peine de mort” vuelven a tratarlo con una perspectiva completamente positiva (ellos quieren abolirla), poniendo de relieve el punto de vista de la persona que ha perdido a un ser querido y no sabe si desde donde quiera que esté le estará observando. En realidad estamos ante una canción bastante romántica y enérgica, que cuenta con un final donde la percusión y una logradísima melodía de sintetizador se combinan para hacer que esta canción explote y deje el listón muy alto. Podría ser perfectamente la última canción del disco.
10. “A million”: El álbum acaba con su tema más melancólico y reflexivo. Se ha convertido en costumbre que Yelle cierren sus álbum desde un tiempo a esta parte con baladas y en este caso se marcan un tema plagado de detalle,s como esos toques de guitarra sintetizada bajo un fondo ambient que llena toda la canción. “A million” habla del miedo a enfrentarse a nuevas situaciones que nos sacan de nuestra zona de confort. Un miedo que puede llevarnos a rechazar este tipo de situaciones y encerrarnos más en nosotros mismos. Un excelente final que demuestra el buen momento del grupo a nivel compositivo.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.Yelle han vuelto con el que es sin duda el disco más consistente de su carrera. Un verdadero renacimiento para el grupo, con un sonido nuevo más elaborado e hipnotico. Quizás “L’Ère Du Verseau” no tiene hits inmediatos como “Completement fou” , “Comme un enfant” o “Je veux te voir”, pero sin duda es su trabajo de más calidad tanto en textos como en la parte musical donde han querido experimentar añadiendo nuevos elementos a su sonido, y aquí la vuelta al grupo de Tanguy Destable para colaborar en algunas canciones ha sido clave.
Pienso que “L’Ère Du Verseau” define mejor que cualquier otro álbum de Yelle el espíritu del grupo y todas las diferentes facetas del mismo, además de representar una evolución en su sonido siendo fieles a sí mismos. Por eso no podemos hablar de un álbum maduro (a la música de Yelle no le pega esa palabra), sino más bien de un álbum divertido capaz de hacernos pensar mientras lo disfrutamos.
El humor, los juegos de palabras y las ganas de pista de baile siguen ahí como estaban en su primer álbum, pero el grupo poco a poco ha ido introduciendo grandes dosis de ironía en sus letras y un cierto toque sensual.
Desgraciadamente la gira que estaba prevista con este álbum tuvo que ser suspendida. Toda una pena. Al menos dieron un concierto sin público en el canal Arte donde más o menos dan el show que pensaban presentar en directo. Sea como sea, Yelle siguen muy activos intentando sacarle todo el jugo posible a este nuevo álbum con diversos remixes, videoclips, etc. Esperemos que toda esta pandemia acabe pronto permitiéndonos disfrutar de uno de los grupos más interesantes y divertidos del electropop francés.
Texto: Alfredo Morales.