Artista: Yes
Álbum: Time and a Word
Año: 1970
Género: Rock sinfónico
Duración: 39:35
Nacionalidad: Inglaterra
El segundo álbum de Yes supuso un paso adelante en su búsqueda de ese sonido propio que los convertiría en una de las bandas más trascendentes de los 70, en este trabajo podemos apreciar como la dimension progresiva y sinfónica comienza a surgir. La expansión de los recursos sonoros, sobretodo con la incorporación de la orquesta, lleva efectivamente a la cristalización de cierta grandilocuencia, congruente con las cada vez más elevadas pretensiones artísticas de la banda. Pero esto también significó un gran desencanto para Banks, quien observó cómo la orquestación lograba tapar casi todos sus intentos de lucimiento, lo cual a la postre lo llevaría a una situación de tensión frente a los demás miembros de la banda, terminando con la participación en la banda. Según se cuenta, inicialmente en Inglaterra se editó el disco con la portada de la chica desnuda con el tatuaje de la mariposa de Pez en la cadera.
La portada más conocida, la de la banda posando, es para la edición en Estados Unidos. Como se notará, allí aparece Steve Howe, aunque él no tocó en el disco.
Time and a Word es el segundo álbum de la banda de rock progresivo Yes, lanzado a mediados de 1970 en el Reino Unido y en noviembre del mismo año en Estados Unidos. Este fue el último disco de Yes realizado por la alineación original, ya que Peter Banks fue despedido después de su lanzamiento.Wikipedia
La ambiciosa decisión de utilizar arreglos orquestales en la mayoría de las canciones del álbum disminuyó el rol de Banks como guitarrista. Las tensiones dentro del grupo aumentaron, hasta que inmediatamente después de terminar la grabación del álbum a principios de 1970, se le pidió a Banks que abandonara el grupo. Steve Howe se uniría a la banda en el mes de marzo.
El uso de arreglos de cuerdas en Time and a Word pareció excesivo a algunos críticos. Aunque en su momento el álbum tuvo un recibimiento un tanto tibio (alcanzando el sitio 45, debut de Yes en las listas de popularidad del Reino Unido), se le tiende a recordar de forma más favorable en la actualidad.
Con la llegada de Steve Howe, la banda comenzaría a componer en el verano de 1970 la música para The Yes Album, que en la primavera del año siguiente representaría el primer verdadero éxito del grupo. Por esto Time and a Word representa el fin de la etapa formativa de Yes.
"Time and a Word" empieza a mostrar ya algunos signos de grandilocuencia y ambicion vanguardista. La realidad es que luego de este disco ingresarían a la banda Steve Howe y Rick Wakeman, momento a partir del cual se iniciaría una nueva (y espectacular) historia.
Manjares sinfo-pop-psicodélicos
"Time and a Word", el segundo álbum de Yes, fue editado el 24 de julio de 1970 y supuso un paso adelante en la historia de la banda, que ya contaba con mayor confianza en lo que respecta a su labor en el estudio de grabación. Sin embargo, al igual que su primer álbum, fue un fracaso comercial.Emiliano Acevedo
Yes venía de tocar como teloneros de The Nice en un show en el Royal Albert Hall en febrero de 1970, mientras preparaban el material que sería incluido en su segundo disco. Previamente a empezar dicha grabación, Yes alquiló una granja en Devon para ensayar y componer en un ambiente más relajado y cercano a la naturaleza.
Lamentablemente, para la época en que fue editado el disco, el guitarrista Peter Banks abandonaría el grupo. Lo positivo fue que sería reemplazado por un auténtico mago de las seis cuerdas: Steve Howe, ex miembro de The Syndicats, Tomorrow y Bodast. Howe, quien sería parte fundamental del sonido de Yes a partir de 1971, incluso aparece en la foto de la segunda tapa de "Time and a Word", luego de que la tapa original, que incluía un dibujo de arte abstracto y moderno con un cuerpo femenino desnudo volando, fuera censurada.
Pero es Peter Banks quien toca en "Time and a Word". Por otra parte, este segundo disco fue mucho más sofisticado que su predecesor, porque incluía arreglos orquestales en la mayor parte de las canciones, una experiencia que la banda repetiría 31 años después en "Magnification" (2001). Por otra parte, los elementos cósmicos, místicos y superrealistas de sus letras también se hicieron más evidentes en "Time And A Word".
A esa altura, el grupo trataba de sonar más producido y sofisticado y por eso añadieron arreglos orquestales. El vocalista Jon Anderson comentó que en esa época había empezado a escuchar un montón de música clásica, que incluía a Los Planetas, de Gustav Holst; además de obras de Antonín Dvořák y Tchaikovsky; y esto lo había influenciado mucho, hasta llegar a la idea de querer ensamblar la música del grupo junto a la de una orquesta. De cualquier forma, mucho de lo mejor del sonido del álbum no corresponde a la participación de la orquesta, sino a las performances personales de Bill Bruford (batería), Chris Squire (bajo), Peter Banks y Tony Kaye (teclados). Asimismo, el grupo se estaba ensamblando en forma consistente, un hecho que sería más evidente en su futuro tercer LP. El hecho de que la orquesta hubiese sonado un tanto "apagada" a la hora de grabar, quizás se haya debido al hecho de que el productor Tony Colton consiguió un montón de músicos de sesión bastantes buenos, pero el arreglador Tony Cox no tenía el impulso necesario para incentivar a estos músicos.
Si les interesó hasta aquí, nada más tienen que entrar en el post, porque esto sigue...
LAS CANCIONES:
- "Time and a Word" abría con "No Opportunity Necessary, No Experience Needed", una versión de un tema original del cantautor norteamericano Richie Havens, escrito para la película "The Big Country". Este cover recibía el típico tratamiento sonoro de Yes, gracias a una entrada imponente de los teclados de Tony Kaye, que dejaban espacio para la aparición impresionante de la orquesta, la que cede el paso a una brillante improvisación grupal con un toque jazzístico y buenísimas armonías.
- El tema original de Yes, "Then" (Anderson) era, por su parte, una impresionante muestra del poder musical que se estaba desarrollando en el seno del grupo. Aquí el acompañamiento orquestal es mínimo, hecho que permite a Kaye y Banks a explayarse en gran forma en órgano y guitarra, respectivamente. Mientras que la labor de Bruford es espectacular y descollante.
- Con la versión de "Everydays" (Stephen Stills), el grupo logró un gran ensamble entre la etérea voz de Anderson, los teclados de Kaye y la orquesta. Banks, un fanático de las bandas Californianas de los 60, eligió este tema de los Buffalo Springfield (grupo que alojó a Stills y Neil Young) para que Yes lo reversione dándole una onda jazzística y con "swing", pero bien al estilo "yessero".
- "The Prophet" (Anderson - Squire) era una pieza que también contenía varios fragmentos disimiles, en lo que a música respecta, y esto anticipó varias de las características melódico-rítmicas que más tarde Yes explotaría en sus futuros discos conceptuales como "Tales from Topographic Oceans".
- Acerca de "Clear Days" (Anderson), Peter Banks comentó que Anderson quiso hacer aquí "su propio Eleanor Rigby", con cuartetos de cuerdas y todo, y en cierta forma lo consiguió, a pesar de no contar con el beneplácito del resto de los músicos del grupo.
- "Astral Traveller" (Anderson), como su título lo indica, era un auténtico "viaje" sonoro además de tener mucho que ver con la estética futurista y "sci-fi" aplicada por el grupo de acá en más. Banks dijo que este tema surgió de un riff de guitarra que devino en una posterior improvisación grupal.
- El final del disco llegaba de la mano de "Time and a Word" (Anderson –David Foster), una de las más hermosas (y simples) canciones grabadas por el grupo jamás. Peter Banks dijo que este tema surgió de la necesidad del grupo de tener una canción que pudiera ser como un himno. Anderson vino con la idea inicial y, tras varias discusiones, el grupo le fue dando forma al tema. Según Banks, la idea de componer esta canción le vino a Anderson luego de escuchar un día el clásico "Hey Jude", de los Beatles, en la radio del auto del guitarrista.
Finalmente, después de ser editado el disco, la fama del grupo aumentaría en Inglaterra, en especial luego de abrir una presentación de Iron Butterfly que fue vista por millones de televidentes.Emiliano Acevedo
Un vistazo superficial sobre este álbum nos daría la impresión de que Yes había clonado su primer elepé. Ocho canciones, de las cuales dos son versiones, interpretadas por la misma formación del grupo. Pero el trabajo del conjunto había evolucionado. Era igual, pero no era lo mismo. Las canciones eran una mezcla de lo nuevo y más antiguo, como los temas escritos junto a David Foster, compañero de filas de Anderson en The Warriors. Las piezas, tanto de su opera prima como de Time and a Word tienden a construirse con desarrollos instrumentales en la sección central de las mismas. Se toma la decisión de “ampliar” el sonido. De esta forma seis de las ocho canciones van a contar con arreglos orquestales. Arreglos horrendos, al menos para mí, que desfiguran las canciones y llenan el espacio que de forma natural ocupaban tanto el órgano como la guitarra eléctrica, en muchos casos. Pero no todo es negativo, el sonido ha mejorado mucho –ya está con ellos Eddie Offord– y puede notarse desde el primer tema una mayor definición y empuje en el bajo, por ejemplo, en lugar del sonido un tanto apelmazado –en comparación– que tenía su larga duración previa.Carlos Romeo
Vayamos al álbum
“No Opportunity Necessary, No Experience Needed”. La entrada del disco no puede ser más apabullante. Se trata de una canción de Richie Havens que ha sufrido el “tratamiento” Yes de la época. También es la primera demostración de los horrores de los arreglos, ya que la canción, que había sido un caballo de batalla del directo del grupo, queda desfigurada e incluso grotesca tal y como yo lo veo. En su interior aparece el tema de un famoso western. Eso sí, yo lo veo con mucha fuerza y empuje, pero también como una notoria muestra de inmadurez. Yes ya estaba en condiciones de desprenderse de estas versiones.
“Then” es una canción que reivindica una cierta toma de partido ante los asuntos del mundo –El odio es la raíz del cáncer. Entonces... – y creo que es una de las mejores composiciones de Anderson en esta época. Además, también demuestra algo, una línea de “progresividad”. Son temas como éste los que permiten que más adelante se construya The Yes Album. Aunque los vientos le dan cierto aire de desazón que no le estorba, la calidad de la escritura logra superar los inconvenientes de sus arreglos.
“Everydays” es la última versión en este álbum. En este caso le ha tocado a Buffalo Springfield sufrir los procesos deconstructivos y reconstructivos del “tratamiento” Yes. Es quizá la revisión que menos me dice de las dos primeras sesiones del grupo. Sin embargo, esta pieza era parte integral del directo de Yes, aparece en más de una sesión para la BBC y fue cara B de sencillo.
“Sweet Dreams” es una pegadiza canción rockera sin arreglos orquestales añadidos y que fue editada como segundo sencillo extraído del álbum en junio de 1970. Se volvió a tocar en directo con la formación de Relayer en 1975.
“The Prophet” es una de las piezas más progresivas del disco, con dos partes instrumentales que la introducen antes de que entre la canción propiamente dicha. Lástima de arreglos.
“Clear Days” es quizá la más endeble de las canciones de los dos primeros discos del grupo. Instrumentada sólo para voz, piano y arreglo de cuerda, jamás he logrado encontrar algo que me “enganche” en este tema.
“Astral Traveller”. Con esta pieza desaparece la orquesta de nuevo. Es también otra canción escrita por Anderson en solitario la que eleva el nivel del disco. Se construye sobre un riff de guitarra que arma toda la canción y que se convierte en uno de sus aspectos más atractivos. La pieza, como “Everydays” –interpretada hasta mediados de 1971– o “Then” –al menos en una ocasión ésta última–, se siguió tocando en directo con Steve Howe como guitarrista. Abría los conciertos hasta que fue sustituida por “Yours is no Disgrace”.
“Time and a Word”, el tema título, es quizá una de las mejores canciones del primer Yes. Por una vez, los arreglos no desnaturalizan el tema y nos permiten escuchar detalles interesantes como la entrada de guitarra acústica y la eléctrica con leslie. Con buen criterio, éste fue el primer disco sencillo del álbum. La canción fue recuperada más adelante y llegó a formar parte del repertorio de la era “progresiva” del grupo, cuando Yes decidió volver a formatos de canción más reducida.
Sobre los bonus tracks:
“Dear Father” es una de las canciones de la primera hora del grupo, grabada en este momento y editada como cara B de “Sweet Dreams”. Más adelante apareció en el disco recopilatorio Yesterdays. En esta versión con orquesta los arreglos en la práctica sustituyen las partes de Banks.
Aparecen aquí las mezclas originales de “No Opportunity Necessary, No Experience Needed” y “Sweet Dreams”. Junto con “Dear Father”, estas tres canciones, en esta forma, aparecieron originalmente en al edición alemana del álbum, de la que fue eliminada “The Prophet”. Estos dos bonus tracks son anecdóticos, pero si alguien quiere reconstruir ese disco alemán, ya sabe que puede hacerlo programando el lector.
El ultimo tema es la versión para disco sencillo de “The Prophet”. No tiene mayor interés.
Yo hecho en falta en este disco, a la hora del material adicional más maquetas o alguna sesión para la BBC.
Aunque Time and a Word supone algún avance sobre Yes, en mi opinión el grupo se había metido en un camino equivocado que les generó problemas. Básicamente con Peter Banks, que tuvo varios encontronazos con el productor y que no apreciaba los arreglos del disco. En eso tenía razón al menos en parte. El grupo tardaría treinta años en volver a grabar un disco con arreglos orquestales. Pero el daño ya estaba hecho.
Previamente, esta manera de estructurar un álbum fue usada por Yes para Tormato, álbum que incluía arreglos en dos piezas, mucho mejores que los usados ocho años antes.
A la hora de “ampliar el sonido” de Yes, por lo tanto, había que buscar otra solución. La salida obvia era la de sustituir elementos del grupo para que ese cambio necesario surgiera desde dentro. En lugar de desligarse el grupo del eslabón más débil de la cadena –que sin duda era Tony Kaye– se prescindió de uno de los más fuertes, Peter Banks. Un buen día, de repente, recibió la noticia de que tanto él como el manager –el que se quedaba con un “cinco por ciento por nada”– ya no formaban parte del grupo. No se le dio ninguna explicación, ni entonces ni ahora. La decisión corrió enteramente a cargo de Chris Squire y Jon Anderson, ya que ni Kaye o Bruford supieron nada hasta que se encontraron con los hechos consumados. Los líderes del grupo ya se habían fijado en Steve Howe y el resto es historia. Incluso el nuevo guitarrista apareció en la portada de la edición americana del álbum.
Un disco doble muy interesante recoge las sesiones para la BBC de Yes con esta formación. Incluye seis temas de Time and a Word, privados de arreglos orquestales y que permiten apreciar como eran en realidad, o al menos como sonaban en directo. Me refiero a Something’s Coming, también conocido en otra edición como Beyond and Before. Su escucha es una buena manera de apreciar estos años iniciales del grupo y, de paso, rendir un pequeño tributo a la persona que le dio nombre a Yes y diseño su primer logotipo, Peter Banks.
Lista de Temas:
1. No Opportunity Necessay, No Experience Needed
2. Then
3. Everydays
4. Sweet Dreams
5. The Prophet
6. Clear Days
7. Astral Traveller
8. Time And a Word
Alineación:
- John Anderson / lead vocals, percussion
- Peter Banks / electric & acoustic guitars, vocals
- Tony Kaye / piano, Hammond organ
- Chris Squire / bass, vocals
- Bill Bruford / drums, percussion
With:
David Foster / acoustic guitar (8), vocals (4,11)
Tony Cox / orchestral arrangements