Yo antes de ti

Lou Clark sabe muchas cosas. Sabe cuántos pasos hay entre la parada del autobús y su casa. Sabe que le gusta trabajar en el café Buttered Bun y sabe que quizá no quiera a su novio Patrick. Lo que Lou no sabe es que está a punto de perder su trabajo o que son sus pequeñas rutinas las que la mantienen en su sano juicio. Will Traynor sabe que un accidente de moto se llevó sus ganas de vivir. Sabe que ahora todo le parece insignificante y triste y sabe exactamente cómo va a ponerle fin. Lo que Will no sabe es que Lou está a punto de irrumpir en su mundo con una explosión de color. Y ninguno de los dos sabe que va a cambiar al otro para siempre.

Impresión:

(Qué horror de portada)

Puedo asegurar al 100% que este es un libro que, de haber visto en la librería, no lo hubiese comprado y mucho menos después de leer la sinopsis. Pensaría que no es más que otro libro simplón y romántico. De esos que tan poco o nada me gustan. Pero leí la reseña en el blog de Domadores de Palabras y sentí curiosidad por cómo hablaba de él.

No me equivocaba en cuanto a la simpleza. Es de lectura fácil, donde a veces sobran algunas partes poco interesantes o relevantes para la historia. Y algunos pasajes se me hicieron pesados por las descripciones tan cursis pero… no es la típica novela romántica. Aquí se habla de varias clases de amor.

Es lo que yo llamo “un libro tonto” para pasar el rato y que no exigen mucho pero, a diferencia de otros, me acabó gustando. A pesar de que tiene algunas cosas tontas y sin sentido. En concreto, Patrick diciéndole a Lou que el motivo por el que apenas se acuestan es porque no quiere que adelgace. Él está obsesionado con el deporte y dice que las chicas que ve en el gimnasio no tienen el pecho bonito. Vamos a ver, Patrick bonito:

1) No se adelgaza solamente por follar.
2) ¿De qué te sirve tener una novia con las tetas bonitas si no las disfrutas?
3) En cuanto al comentario de las chicas del gimnasio, hacer ejercicio no es sinónimo de acabar con pectorales.
4) En el futuro, inventa excusas mejores.

Pero bueno… quiero creer que este tipo de cosas están descritas así a propósito, como parte del personaje.

Los personajes me parecieron creíbles y definidos desde el principio. Me gustó la evolución de cada uno de ellos y también cómo la autora trata un tema tan duro con algunos toques de humor para no caer en el dramón. Sí, es todo bastante simple y predecible pero no se respira el ambiente de un telefilme cutre. No es bonito ni ideal. No hay milagros.

Lo que hace que esta historia me guste no se cuenta en la sinopsis y como creo que alguien puede considerarlo spoiler, deja de leer si no quieres saberlo.

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Trata el tema de la eutanasia. Will es tetrapléjico. Un tetrapléjico que ya no le encuentra sentido a su vida y se plantea la opción de ir a Suiza (país donde es legal.) Tenía miedo de que el libro fuese un alegato a vivir a toda costa, porque no es moral acabar con tu propia vida. Y… sí, hay personajes que dicen eso, que son muy religiosos pero sus apariciones o comentarios son anecdóticos y, por suerte, no es el tono general del libro;  más bien defiende el derecho a decidir. Es cierto que tratan de disuadirlo de todas las maneras posibles pero no lo he visto fuera de lugar. Es lo que haría cualquier familia, al menos al principio.

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Para ser sincera, me ha sorprendido que me haya gustado. Y parte de la “culpa” la tiene el final. En este caso no me importó que me pareciese predecible, era el final que quería.

Puntuación: 5/10

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